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Blanca Perez

29/07/15

¿Por qué consumir sandía en verano?

De los pinceles del pintor del siglo XVII, Giovanni Stanchi, salían a menudo bodegones con diferentes tipos de frutas. En varias de sus obras se pueden observar reproducciones de sandías, muy diferentes a las actuales.

Afortunadamente la sandía actual, del tipo Fashion sin semillas, son bastante más apetitosas y agradables a la vista y al gusto.

Varias son las obras de este pintor en las que se pueden apreciar las sandías, creadas entre los años 1645 y 1672, que son utilizadas por el profesor de horticultura en la Universidad de Wisconsin, James Nienhuis, para mostrar a sus alumnos cómo se ha evolucionado en el mejoramiento de los diferentes cultivos a lo largo de cientos de años.

Sus ventajas

Además de ser el producto estrella del verano junto al melón, la sandía es muy beneficiosa para nuestro organismo, en cualquiera de las más de cincuenta variedades existentes en el mercado, atendiendo al color de la piel, el de la pulpa, si tienen semillas o no, si son alargadas o redondas…

La sandia nos aporta licopeno, un antioxidante muy potente que protege de muchas enfermedades. Las semillas de la sandía son comestibles y proporcionan un gran aporte de vitamina C.

El mayor aporte de antioxidante que contiene la sandía proviene de los carotenoides, que son el beta-caroteno, fundamentalmente del licopeno. Los carotenoides son los encargados de dar a las frutas colores brillantes, y ayudan a evitar el desarrollo de algunos tipos de cáncer.

Incluso las semillas tienen gran cantidad de beneficios, aportando al organismo gran cantidad de vitamina C.

El licopeno que contiene la sandía previene la inflamación, reduce el colesterol, y reduce la formación de ciertas células cancerosas. También ayuda a reducir las enfermedades cardiovasculares y el cáncer de próstata. Ingerir más de 6 miligramos de licopeno diarios es muy beneficioso para la salud.

Es conveniente consumir la sandía en los primeros 4 días después de abrirla, pues una vez abierta el contenido de licopeno disminuye notablemente.

La sandia también contiene aminoácidos esenciales tales como la citrulina, que en el cuerpo se convierte en arginina la encargada del buen funcionamiento de los vasos sanguíneos del organismo. El consumo diario de zumo de sandía aumenta los niveles de arginina en el cuerpo protegiendo el sistema cardiovascular y el sistema inmunológico del organismo.

Al estar compuesta en su mayor parte por agua, la sandía tiene muy pocas calorías y es aconsejable a personas que quieren hacer dieta.

En resumen, esta fruta protege contra el cáncer de próstata, mejora la hipertensión, calma la sed, previene de la diabetes, reduce dolores musculares, refuerza el sistema inmunológico, alivia los síntomas de asma, los de la artritis, tiene propiedades depurativas, reduce los problemas en los riñones, ayuda a limpiar los intestinos, es recomendable contra anemias, es hidratante y refrescante, estimula la erección en el varón, mantiene la presión arterial, es antioxidante y depurador natural y, además, es un componente ideal para hacer dieta. ¿Hay quien dé más?