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Marta García

06/04/15

‘Discover Biodiversity’ en la Expo 2015 Milán: alimentos buenos, limpios y justos

Slow Food trata de mostrar que existe una forma de alimentar el planeta sin explotar todos sus recursos. La exposición ‘Discover Biodiversity’ (Descubre la Biodiversidad) en la Expo 2015 Milán estará dividida en varias secciones, con grandes mesas de madera dedicadas a diferentes temas.

La instalación Árbol de la Alimentación mostrará cómo se producen los alimentos a partir de múltiples y variados aspectos entrelazados, todos ellos comunicados entre sí: lenguaje, cultura, lugar, sostenibilidad social y ambiental, cinco sentidos, convivencia y muchas otras cosas.

Otra de las instalaciones, el Hombre de Maíz, se centrará en el cultivo principal del mundo. Se trata de un montaje que explora los alimentos industriales que utilizan este cereal, identifica los nombres escondidos tras las etiquetas de los alimentos y examina sus orígenes y los países que lo producen actualmente. La producción de alimentos a pequeña escala se ha posicionado en contra de este gigante, producto estrella de la agricultura industrial y presencia constante en los supermercados.

Un enorme Reloj de Arena reproducirá el ritmo cada vez más acelerado en la pérdida de biodiversidad, y una serie de fotografías mostrarán los miles de variedades de frutas, verduras, legumbres, ganado, cabras, ovejas y otras razas animales en peligro de extinción.

Diferentes espacios dentro de la exposición informarán sobre la historia de la agricultura, examinarán los alimentos ‘fast’ frente a aquellos de los mercados, y contrastarán los diferentes sistemas de producción de alimentos.

Mirando al futuro

Si el objetivo es establecer un sistema alimentario que mire hacia el futuro con la finalidad de alimentar al mundo de forma sostenible y respetuosa frente al medioambiente y a los productores de alimentos, Slow Food sugiere muchas razones para centrarse en la defensa de la biodiversidad:

Las variedades y razas adaptadas a sus áreas locales son cada vez más fuertes y resistentes y requieren menos intervenciones externas.

Los sistemas uniformes o pobres en biodiversidad son más frágiles y muy vulnerables.

En la naturaleza no existen los monocultivos.

La biodiversidad es, asimismo, una inestimable fuente de remedios medicinales.

La biodiversidad garantiza el bienestar de las comunidades rurales.

Al cultivar y consumir biodiversidad aprendemos a combatir los residuos, a respetar las estaciones, a proteger los conocimientos tradicionales y a establecer con ellos un diálogo con la ciencia oficial.

A partir de la biodiversidad podemos imaginar un modelo diferente de desarrollo.

“Desde la década de 1950 la tarea de alimentar a la población mundial ha estado cada vez más confiada a monocultivos y granjas industriales y a un número cada vez más limitado de variedades vegetales y de razas animales, y esto ha provocado la estandarización de los gustos, la pérdida de múltiples recursos de nutrición locales, la destrucción de tantos de los ecosistemas importantes del mundo, y la reducción de la dieta mundial a tres granos principalmente, trigo, arroz y maíz. Salvar la biodiversidad ayudará a restablecer el equilibrio necesario y urgente de los ecosistemas del mundo sin que el planeta haya de luchar por la supervivencia y ser más incapaz cada vez de alimentar a la población mundial en el futuro. La biodiversidad es protagonista en la solución de tantos problemas del sistema alimentario actual y en la obtención de la soberanía y seguridad alimentarias y de una dieta buena, limpia y justa para todos” explica Serena Milano, secretaria general de la Fundación Slow Food para la Biodiversidad.