CHIL.org

Marta García

23/01/13

El cambio normativo hacia una gestión integrada de plagas marca la actualidad agrícola española

“El Symposium de Sanidad Vegetal es vital e imprescindible y se celebra en el momento perfecto debido al importante cambio de nuestra forma de producir en términos generales, ya que no sólo hay que cumplir la nueva normativa de fitosanitarios sino cambiar la rutina, las formas de hacer, quizás lo más difícil”, según ha explicado Valentín Almansa, Director General de Sanidad de la Producción Agraria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) en la inauguración del 12º Symposium de Sanidad Vegetal.

Judit Anda, Secretaria General de Agricultura y Alimentación de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha explicado que los cambios normativos en la Sanidad Vegetal supondrán “una importante transformación en la forma de hacer”, de gran transcendencia comparable a la actual reforma de la PAC, que afectará a todo el sector de fitosanitarios.

Ha destacado la importancia del trabajo de divulgación de este nuevo marco legal que es más respetuoso con el medio ambiente, donde destaca la formación, la revisión de los equipos de fitosanitarios y la gestión integrada de plagas, entre otras. Ha explicado que Andalucía ya tiene mucho avanzado en ese sentido, con herramientas como la Red de Alerta de Información Fitosanitaria (RAIF), con más de 5.500 puntos de información para un asesoramiento correcto, y con casi 900 técnicos orientando como asesores en la ATRIAS.

Por su parte Antonio Vergel, presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas, ha explicado que “informar sobre la nueva normativa en Sanidad Vegetal a todos los sectores implicados (agricultures, distribuidores, empresas públicas, y privadas, etc.) y sus implicaciones puede convertise en un problema. Por lo que para informar sobre este nuevo marco normativo y su Plan de Acción nacional se va a crear un Proyecto de difusión denominado “Pueblo a Pueblo” que implicará a todo el sector y les informará sobre sus obligaciones, etc.

Fernando García Prieto, presidente del Symposium de Sanidad Vegetal, ha destacado el compromiso del sector en mejorar la protección de nuestros cultivos a través de la Gestión Integrada de Plagas y ha explicado que la figura del asesor ha cobrado por fin el protagonismo que históricamente se ha demandado desde el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Andalucía Occidental.

Carlos León, coordinador del Symposium, ha puesto de manifiesto la labor informativa del Symposium como principal foro a nivel nacional en materia de Sanidad Vegetal.

PONENCIAS MAGISTRALES

Juan de Benito, miembro del Comité Técnico del Symposium, ha explicado la evolución de la normativa en la Sanidad Vegetal hasta la actualidad con la Directiva sobre Uso Sostenible de los Plaguicidas, que tiene dos líneas fundamentales: la obligación de cada Estado Miembro de elaborar un Plan de Acción como herramienta para reducir los riesgos derivados del uso de fitosanitarios y fomentar la Gestión Integrada de Plagas para potenciar el empleo de medios de control alternativos. La transposición de la Directiva se ha llevado a cabo mediante la publicación de dos Reales Decretos, uno para las inspecciones de los equipos de aplicación de los productos fitosanitarios y otro que establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los fitosanitarios. Dos temas fundamentales del nuevo marco: el establecimiento de las bases del Plan de Acción Nacional, cuya Orden ya se ha publicado y ha entrado en vigor el 1 de enero de 2013 para reducir los riesgos derivados del uso de fitosanitarios. Y el otro tema fundamental es la Gestión Integrada de Plagas que deberá ponerse en marcha a partir del 1 de enero de 2014.

Para reducir los riesgos derivados de los fitosanitarios son necesarias medidas como la formación de vendedores y usuarios profesionales, la figura del asesor, limitar las aplicaciones aéreas, implementar medidas para proteger el medio acuático y reducir los riesgos en zonas de especial protección, así como medidas de almacenamiento y manipulación.

Valentín Almansa, Director General de Sanidad y Producción Agraria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) ha destacado que la normativa de uso sostenible que se está empezando a aplicar ahora en España a través del Real Decreto viene de lejos y va significar un cambio en la sanidad vegetal, que incluye algunas cosas que son novedades y otras que ya se están llevando a cabo dirigidas fundamentalmente a reducir los riesgos para la salud humana y medio ambiente, fomentar la gestión integrada de plagas y la utilización de métodos alternativos a sistemas químicos.

José Antonio González Martín, Subdirector General de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal del MAGRAMA, ha explicado que el Plan de Acción Nacional de conformidad con lo que dice la Directiva de Uso Sostenible debía elaborarse y ser adoptado por los Estados Miembros. Lo hemos conseguido en plazo “con el esfuerzo de todos y una participación muy amplia del sector, administraciones, etc.”. Lo ha definido como “un buen plan, posible y realista” que pretende hacer más sostenible el uso de fitosanitarios. El Plan tiene un horizonte temporal hasta 2017. Entre los objetivos se encuentra la formación para los agricultores y una mayor acreditación para el uso de los fitosanitarios así como tomar medidas para la gestión integrada de plagas.

Rafael Olvera, Director General de la Producción Agrícola y Ganadera de la Junta ha destacado en su ponencia que la gestión integrada de plagas es una nueva obligación pero desde Andalucía “aunque hay que seguir avanzando no partimos desde cero”. En este sentido, contamos con sistemas como la producción ecológica, donde ya se cuenta con un millón de hectáreas, la producción integrada, con 500.000 hectáreas, y las ATRIAS (Agrupaciones para el Tratamiento Integrado en Agricultura). Con lo que el 35% de la superficie de Andalucía ya cumple la directiva. “Tenemos que seguir avanzando en formación, aplicaciones, etc.”.

Ricardo Alarcón, Jefe del Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, ha explicado la importancia de la Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF), que ofrece una serie de herramientas a los agricultores, técnicos, empresas, etc. que les permiten conocer prácticamente en tiempo real las distintas variables que pueden afectar a la sanidad de sus cultivos, con el objetivo del control integrado de plagas como meta. Andalucía se adelanta a los aspectos planteados en la Directiva 2009/128/CE por la que se establece el marco de actuación comunitaria para conseguir un uso sostenible de plagas, ya que establece que “los estados miembros velarán porque los usuarios profesionales tengan a su disposición la información y los instrumentos para el seguimiento de las plagas y la toma de decisiones” que será obligatorio a partir del 1 de enero de 2014.

La información que maneja la RAIF se encuentra disponible a través de la Consejería de Agricultura (http://www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/raif/). Este año ha incorporado novedades, entre ellas, un sistema de información geográfico en un visor SIG. De esta forma, se convierte en el único visor SIG del país, relativo a información fitosanitaria en cultivos, por lo que el sector puede contar con una herramienta potente, gratuita y ágil de cara a planificar sus actuaciones en materia de sanidad de los cultivos.

Emilio Gil, Profesor Titular de la Universidad Politécnica de Cataluña, del Departamento de Ingeniería Agroalimentaria y Biotecnología, ha respondido a las preguntas claves en el programa de inspección obligatoria de equipos de fitosanitarios en uso en España. Las ventajas de la inspección es que un equipo inspeccionado permite realizar aplicaciones de forma más eficaz y de forma más eficiente. El equipo lo inspeccionará la Comunidad Autónoma, a través de las Unidades de Inspección Técnica de Equipos de Aplicación de Fitosanitarios (ITEAF).

El coste de la inspección podría estar en España, sin ser una cifra oficial, en un precio aproximado de 125-150 euros/inspección. Gil ha explicado que en vez de una nueva carga impositiva para el agricultor se deben observar las ventajas de esta cifra. Al ser una inspección obligatoria cada 3 años, se puede hablar de unos 40 euros/año, entre 3 y 4 euros/mensuales. Esta cifra no es nada en comparación con el beneficio económico que supone un equipo correctamente revisado, ya que puede ahorrar, como mínimo un 10% del coste total de la protección de cultivos (de productos fitosanitarios, tiempo, agua, etc.), y se reduce la cantidad de producto empleado. Es decir, esos 40 euros/años hay que interpretarlos como una inversión de alta rentabilidad y no como una traba o impuesto añadido.

Por su parte, Carlos Palomar Peñalba, Director General de AEPLA (Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas), ha propuesto los indicadores para el uso sostenible de fitosanitarios que deben basarse en la sostenibilidad económica, ambiental y social. Además de los mencionados, fomenta otros indicadores eficientes que los complementarían: indicadores relevantes, comparables, prácticos y posibles, comprensibles y verificables.

El Plan de Acción Nacional recoge los indicadores anteriormente citados y considera muy importantes aquellos relacionados con la gestión integrada de plagas, la formación de los agricultores y el control de almacenes, el tráfico de fitosanitarios ilegales y de la calidad de las aguas.

Considera vital que se pueda establecer un valor cuantitativo como objetivo, indispensable para medir si las medidas son escasas, medias o sobresalientes.

Como el Plan debe ser desarrollado y revisado de forma periódica, se podrá hacer una revisión de esos indicadores, considerando aspectos como la productividad, la viabilidad económica y el desarrollo.

Además, la industria recomienda nuevos indicadores que comparen los efectos por áreas y cultivos y entre el uso de fitosanitarios y alternativos como por ejemplo el rendimiento del cultivo en el año, las condiciones climáticas en la campaña, los costes de producción, etc.

Por otra parte, Luis Victorino Martínez Puras, Director de Desarrollo y Comunicación de SIGFITO, ha explicado que el Real Decreto de Uso de Sostenible de Productos Fitosanitarios establece las disposiciones necesarias para conseguir un uso sostenible de estos productos, incidiendo en la reducción de los riesgos y sus efectos del uso en la salud humana y el medio ambiente.

El Real Decreto de Uso Sostenible de Fitosanitarios contempla la recomendación del triple enjuague y las restricciones de verter restos de mezcla o la dilución previa entre otras. Se prohíbe el vertido de los restos de mezclas y en ningún caso se podrán lavar equipos a distancias inferiores de 50 metros de las masas de aguas superficiales y pozos. En el transporte de extremarán las precauciones para evitar vertidos.

En cuanto al almacenamiento, los fitosanitarios se guardarán en armarios o en cuartos ventilados y provistos de cerradura; además, tienen que estar alejados de aguas superficiales y de las zonas en riesgo de inundaciones.

En el Real Decreto se recogen las pautas para evitar riesgos de la salud y del medio ambiente, también establece que un técnico proporcionará información en relación con el uso de los productos fitosanitarios. Así el agricultor sabrá qué hacer para reciclar los envases de SIGFITO, que dispone de más de 2.800 puntos de recogida por España. Además del enjuagado del envase tendrán que almacenar los envases vacíos en una bolsa hasta el momento de entrega y pedir un justificante de entrega que conservará al menos durante 3 años.

SIGFITO recoge más del 55 por ciento de los envases y las medidas del Real Decreto favorecerán el porcentaje de recogida de envases.