El Cita y la Trasferencia de Conocimiento en Gestión Integrada de Plagas / Fernando Escriu

oye-closed - 04 Jun, 2018

Fernando Escriu
Unidad de Sanidad Vegetal
  Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA)
Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2)

Los importantes avances que durante la segunda mitad del siglo XX experimentan las tecnologías para la lucha contra las plagas y enfermedades de los cultivos, se basan desde un punto de vista práctico en el desarrollo y empleo sistemático de productos fitosanitarios. Sin embargo, ya durante las últimas décadas de dicho siglo, las propias administraciones y la sociedad en general comienzan a ser conscientes de las consecuencias negativas que el empleo indiscriminado de productos fitosanitarios tiene para el medio ambiente y para la calidad y seguridad de los alimentos. Así, en el campo de la protección vegetal comienzan a afianzarse conceptos como lucha dirigida, lucha integrada y lucha biológica, que hacen referencia a la reducción en el empleo de productos fitosanitarios, ya sea mediante su utilización más racional conforme a lo que se conoce como buenas prácticas fitosanitarias, o mediante el desarrollo de metodologías alternativas, como el control biológico. Este nuevo planteamiento por parte de las administraciones favorece la creación de las Agrupaciones para Tratamientos Integrados en Agricultura (ATRIAS), asociaciones de agricultores para fomentar el control integrado de plagas y enfermedades a través de un servicio técnico de asesoramiento a disposición del agricultor, y culmina con la Directiva 2009/128/EC de la Unión Europea para el Uso Sostenible de los Plaguicidas, que obliga a partir del 1 de enero de 2014 a la aplicación de la Gestión Integrada de Plagas (GIP), las buenas prácticas en el uso de plaguicidas y el establecimiento de planes de acción nacionales que promuevan y faciliten la implantación de estos principios mediante herramientas de información, prospección y apoyo a la toma de decisiones a través de servicios oficiales de asesoramiento.

La implantación de metodologías de GIP, tal y como recoge la citada directiva, se basa en la aplicación de ocho principios fundamentales, que básicamente pueden resumirse en: i) establecer sistema de cultivo que combinen distintas técnicas para prevenir la aparición y desarrollo de organismos nocivos (rotaciones y fechas de cultivo, uso de variedades resistentes, etc.) ; ii) basar el control directo de los organismos nocivos mediante métodos no químicos cuando sea posible (por ejemplo, la lucha biológica); iii) reducir al máximo factible el uso de plaguicidas, sus dosis de empleo y su impacto ambiental, de acuerdo con las buenas prácticas fitosanitarias y evitando al máximo la aparición de resistencias frente a los plaguicidas; y iv) adoptar sistemas de toma de decisiones en el empleo de estrategias de prevención y control basados en el diagnóstico, la prospección y la predicción de la aparición y distribución de los organismos nocivos, el establecimiento de valores umbral de actuación y la evaluación continua de la eficacia de dichas estrategias en cada situación concreta. Por tanto, para la puesta en práctica de metodologías de GIP es imprescindible entender el cultivo como parte indisociable de un ecosistema, cuyas interrelaciones biológicas y ecológicas es necesario conocer en profundidad.

Los investigadores de la Unidad de Sanidad Vegetal del CITA (USV) trabajan en la identificación y caracterización de los organismos nocivos para los cultivos y de sus potenciales competidores, el estudio de su biología, ecología y dinámica de sus poblaciones en los ecosistemas agrícolas aragoneses, y la optimización de técnicas de control de plagas, enfermedades y malas hierbas alternativas al uso de plaguicidas y aplicables en sistemas de GIP. En el marco del grupo de investigación consolidado en Producción Vegetal Sostenible (PROVESOS), también colabora en investigaciones de mejora genética para la obtención y evaluación de variedades resistentes a enfermedades.

Las actividades de la USV de transferencia de conocimiento y asesoramiento al sector agrícola aragonés en materia de GIP se canalizan a través de una estrecha colaboración con el Centro de Sanidad y Certificación Vegetal del Gobierno de Aragón (CSCV). Actualmente, el Programa de Desarrollo Rural para Aragón 2014-2020 (PDR) ofrece una excelente oportunidad para intensificar esta labor de trasferencia, creando un adecuado entorno de colaboración entre investigación, administración y los propios productores para contribuir a una implantación más generalizada de la GIP en Aragón. Como ejemplo se citan a continuación dos proyectos financiados con fondos FEADER y del Gobierno de Aragón a través del PDR, en los que participa la USV del CITA:

Redes de Vigilancia Fitosanitaria de cultivos extensivos y de frutales de Aragón. Las Redes de Vigilancia Fitosanitaria, que abarcan hasta cinco grupo de cultivos de Aragón, están organizadas por distintos Grupos de Cooperación del PDR coordinados por Cooperativas Agroalimentarias de Aragón y en los que también participa la Asociación para la Promoción de la Gestión Integrada de Plagas (APROGIP). Su objetivo principal es la colaboración de distintas ATRIAS en la prospección y seguimiento de plagas y enfermedades que facilite la toma de decisiones en la prevención y control fitosanitario, preferentemente mediante estrategias de GIP. Las prospecciones se realizan en distintos puntos de seguimiento según un programa fitosanitario previamente establecido por el CSCV y los datos se recopilan a través de la aplicación web RedFara-Aragón para su posterior análisis. Entre otros proyectos, la USV colabora además en la realización de ensayos de eficacia en la aplicación de diferentes metodologías de control en cereales.

Puesta en marcha de fincas demostrativas piloto para la Gestión Integrada de Plagas en frutales de pepita y hueso. Entre las entidades que participan en este proyecto, Grupo operativo del PDR coordinado por APROGIP, recientemente aprobado, están el CITA, el Parque Científico-tecnológico de Aula Dei y Universidad de Zaragoza. Su objetivo principal es difundir el conocimiento sobre la aplicabilidad y  viabilidad técnico-económica de la GIP, facilitando y fomentando su implantación por los productores mediante actividades de demostración en fincas piloto de frutales de pepita y hueso, y haciendo partícipe a la sociedad en general de sus ventajas medioambientales.

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