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Irene Campos

23/04/14

Investigaciones demuestran el posible impacto del cambio climático en las plantas de las tierras de pasto

Técnica biológica Melissa Reyes-Fox con el ARS en Fort Collins, Colorado, y Heidi Steltzer, quien es profesora adjunta con el Colegio Fort Lewis, son las autoras principales del artículo. ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés), y esta investigación apoya la prioridad del USDA de responder al cambio climático.

"Los agricultores querían aprender el impacto del cambio climático en su producción agrícola y sus prácticas de manejo", dice Chavonda Jacobs-Young, quien es administradora del ARS. "Este trabajo es un ejemplo de cómo los científicos del ARS están ayudando a los productores a hacer frente a los desafíos del cambio climático y continuar la producción sostenible y económica de alimento y pienso".

En un estudio de cinco años, los investigadores evaluaron los efectos de aumentos en las temperaturas y los niveles de dióxido de carbono en plantas creciendo en una pradera que tiene una mezcla de hierbas. Para su estudio, los científicos usaron un sistema llamado el Enriquecimiento del Dióxido de Carbono en Aire Libre para aumentar los niveles actuales del dióxido de carbono a 600 partes por millón, el cual es el nivel esperado del dióxido de carbono atmosférico en la segunda mitad de este siglo. Calentadores en los campos mantuvieron las temperaturas en los niveles actuales y en niveles que fueron 2,7 grados Fahrenheit más altos durante el día y 5,4 grados F más altos durante la noche.

Los investigadores observaron el surgimiento de hojas, la producción de flores, la madurez de semillas, y la senectud del dosel en cuatros hierbas, un arbusto, y una planta anual de hojas anchas (llamada 'forb' en inglés). Estas plantas son comunes en las comunidades de plantas en las praderas del norte. Los datos indicaron que las plantas respondieron a las temperaturas más altas con el surgimiento de hojas y flores más temprano. Algunas especies también respondieron con una aceleración en la maduración de las semillas y la senectud del dosel. Por término medio, la temporada de cultivo de las comunidades de plantas expuestas a las temperaturas más altas comenzaron cinco días más temprana y duraron por seis días adicionales.

Sin embargo, cuando las plantas fueron expuestas a una combinación de temperaturas más altas y niveles elevados del dióxido de carbono, la temporada de cultivo comenzó siete días más temprano y duró por 14 días adicionales. Los investigadores creen que los niveles aumentados de dióxido de carbono estimula más conservación de agua en algunas de las plantas, y esta acción por su parte retrasa la senectud y la muerte de las plantas.

Se considera que una comunidad de plantas comienza su temporada de cultivo más temprano cuando la primera especie produce hojas más temprano en la primavera, y la temporada de cultivo continúa hasta la senectud de la última especie en el otoño. Los resultados de esta investigación significa que las temperaturas más altas pueden aumentar la duración de la temporada de cultivo en algunas comunidades de plantas en praderas por medio de promover el crecimiento más temprano en la primavera, y los niveles aumentados del dióxido de carbono pueden ayudar a las plantas a conservar agua y retrasar la senectud en el otoño.

Otros científicos del ARS en Fort Collins, Colorado, que contribuyeron al estudio incluyeron agrónomo Gregory McMaster, quien trabaja en la Unidad de Investigación de Sistemas Agrícolas; fisiólogo de plantas Dan Lecain y ecologista Dana Blumenthal, quienes trabajan en la Unidad de Investigación de Recursos de las Tierras de Pasto; y fisiólogo de plantas Jack Morgan (ahora retirado). Profesores M.J. Trlica (ahora retirado) y Allan Andales de la Universidad Estatal de Colorado también contribuyeron a la investigación.