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Miguel Lorenzo

08/07/13

Investigadores buscan mejorar la producción retinta con genética y alimentación

El Centro de Investigación La Orden-Valdesequera, adscrito al Gobierno de Extremadura, y la empresa CEVA desarrollan un proyecto que pretende mejorar la producción de vacas retintas, atendiendo al control de enfermedades, tratamientos hormonales, la alimentación y la selección genética. La Asociación Nacional de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de Raza Retinta ha informado en su página web que el estudio comenzó el año pasado en un proyecto de investigación cuyo objetivo es aumentar el número de terneros producidos por vaca y año en extensivo. El proyecto pretende ordenar la producción desde el punto de vista de los costes y la idoneidad de precio en el mercado. Para alcanzar estos objetivos, el proyecto trabaja tanto en el control de enfermedades como en el de los animales improductivos.

Para alcanzar estos objetivos, el proyecto gira en torno a cuatro líneas. En la primera de ellas, la reproducción, los investigadores trabajan tanto en el control de enfermedades como en el control de los animales improductivos. Asimismo, comparan diferentes tratamientos hormonales con los sistemas convencionales de reproducción, así como métodos reproductivos (inseminación artificial vs monta natural), identificando el más adecuado para acortar el periodo interparto (o parto-cubrición).

Otro de los aspectos clave de este trabajo es la alimentación. En este caso, es importante definir las necesidades del ganado y determinar la alimentación más adecuada para cada estación del año. Además, se estudia el efecto provocado sobre el coste anual de producción por diferentes subproductos ensilados para su uso a lo largo de todo el año, como el alperoujo de aceituna o la pulpa de tomate industrial, añadidos a la dieta.

Finalmente, la selección genética, apoyada por la inseminación artificial, y el manejo eficiente de las explotaciones también serán determinantes para incrementar la productividad de las vacas.

Este proyecto de investigación, en el que también participan la Universidad de Extremadura y el Censyra, finalizará en el año 2014. En la actualidad, ya se han obtenido los primeros resultados aunque es necesario completarlos con ensayos de ciclos productivos completos.