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Marta García

15/12/14

La agricultura ecológica puede alimentar a la Humanidad

Una revisión sistemática de más de cien estudios que han comparado la agricultura ecológica y convencional considera que los rendimientos de los cultivos de la agricultura orgánica son más altos de lo que se pensaba. El trabajo, realizado por investigadores de la Universidad de California, Berkeley, Estados Unidos, también vio que ciertas prácticas podrían reducir aún más la brecha de productividad entre los cultivos orgánicos y la agricultura convencional.

El estudio, que se ha publicado en la edición digital de este miércoles de ‘Proceedings of the Royal Society’, abordó la percepción persistente de que la agricultura ecológica mientras ofrece una alternativa ambientalmente sostenible a la agricultura químicamente intensiva no puede producir suficientes alimentos para satisfacer el apetito mundial.

“En términos de comparación de la productividad entre las dos técnicas, el presente documento expone las cosas claras entre la agricultura orgánica y convencional”, señala la autora principal del estudio, Claire Kremen, profesora de Ciencias del Medio Ambiente, Política y Gestión y codirectora del Instituto de Alimentos de Berkeley.

“Con la predicción de que las necesidades alimentarias mundiales aumentarán considerablemente en los próximos 50 años es fundamental analizar más de cerca la agricultura ecológica, ya que, aparte de los impactos ambientales de la agricultura industrial, la capacidad de los fertilizantes sintéticos para aumentar los rendimientos de los cultivos ha disminuido”, destaca.

Los investigadores realizaron un meta-análisis de 115 estudios, un conjunto de datos tres veces mayor que los trabajos publicados anteriormente, que compararon la agricultura orgánica y convencional. De esta forma, encontraron que los rendimientos orgánicos son aproximadamente un 19,2 por ciento menos que los convencionales, una diferencia menor que en las estimaciones previas.

Los científicos señalaron que los estudios disponibles que comparan los métodos de cultivo están a menudo sesgados a favor de la agricultura convencional, por lo que la estimación de la brecha de rendimiento está probable sobreestimada. También detectaron que teniendo en cuenta los métodos que optimizan la productividad de la agricultura orgánica se podría minimizar la brecha de rendimiento.

En concreto, los investigadores subrayan específicamente dos prácticas agrícolas: el multicultivo, es decir, varias cosechas juntas en el mismo campo, y la rotación de cultivos, que reducirían sustancialmente la brecha entre el rendimiento orgánico y convencional a 9 por ciento y 8 por ciento, respectivamente. Los rendimientos también dependen del tipo de cultivo, según los científicos, sin diferencias significativas en los rendimientos orgánicos y convencionales para las legumbres, como frijoles, guisantes y lentejas.

“Nuestro estudio sugiere que mediante una inversión adecuada en investigación agroecológica para mejorar la gestión orgánica y los cultivos de los sistemas de agricultura orgánica, la brecha de rendimiento podría reducirse o incluso eliminarse para algunos cultivos o regiones”, augura el autor principal del estudio, Lauren Ponisio, estudiante graduado en Ciencias del Medio Ambiente, la Política y la Gestión.

“Esto es especialmente cierto si imitamos a la naturaleza mediante la creación de granjas ecológicamente diversas que aprovechen importantes interacciones ecológicas como los beneficios de la fijación de nitrógeno por el intercalado de los cultivos o el cultivo de cobertura con leguminosas”, plantea. Los investigadores sugieren que la agricultura ecológica puede ser una alternativa muy competitiva a la agricultura industrial cuando se trata de la producción de alimentos.

“Es importante recordar que nuestro sistema agrícola actual produce más comida de la que se necesita para proveer a todos en el planeta —insiste Kremen—. La erradicación del hambre mundial requiere aumentar el acceso a los alimentos y no simplemente la producción. Además, el incremento de la proporción de la agricultura que utiliza métodos sostenibles y la agricultura orgánica no es una opción, es una necesidad. No podemos simplemente seguir produciendo alimentos en el futuro sin el cuidado de nuestro suelo, el agua y la biodiversidad”.