CHIL.org

Miguel HGL

01/10/13

Ministros de Agricultura reclaman mayor participación de la agricultura en la gestión del agua

En la Declaración Argentina 2013 adoptada por los Ministros y jefes de delegación en la reunión de tres días que convocó el Gobierno argentino con apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), se admite que para fortalecer la seguridad alimentaria en las Américas es necesario incrementar la productividad agrícola, para lo cual la disponibilidad del agua –reconocida como un recurso finito– es clave.

“Estamos conscientes de que la agricultura enfrenta grandes retos para contribuir al desarrollo con inclusión social”, agrega el texto, y afirma que la demanda del agua tiene un carácter multisectorial, ya que además de la agricultura se usa para el consumo humano, la industria, la generación de energía y otras actividades.

Por esto, quedó plasmada la intención de los países por fortalecer las capacidades de los ministerios de Agricultura, con el objetivo de que trabajen junto con otros sectores para mejorar el manejo del agua.

“Instamos a los Estados Miembros del IICA a favorecer el desarrollo de programas nacionales y regionales que incrementen la innovación y la transferencia de tecnologías para el uso sostenible del recurso hídrico en la agricultura”, dice la declaración.

La agricultura, se afirma, puede proponer soluciones innovadoras para mejorar la gestión del agua. Como consecuencia, los países miembros del Instituto se comprometieron a fortalecer la innovación en los sistemas productivos a lo largo de toda la cadena agroalimentaria, con el fin de mejorar el manejo del agua empleada en la agricultura de secano y de regadío.

Además, los firmantes de la declaración encargaron al IICA y a otros organismos internacionales la tarea de liderar, coordinar y apoyar un programa de cooperación técnica que promueva la gestión integral del recurso hídrico en la agricultura, que incluya el fortalecimiento de las capacidades institucionales.

Los ministros y jefes de delegación reconocieron que la gestión integrada del recurso hídrico en la agricultura contribuye a su adaptación al cambio climático, pero debe hacerse con base en principios científicos y estar acorde al ordenamiento jurídico, las tradiciones y costumbres de cada país.