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RAIF: Fresa: Situación fitosanitaria actual

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Las escasas precipitaciones registradas desde finales de noviembre, junto a temperaturas frescas, están favoreciendo la sanidad de las primeras producciones.  A ello contribuye también la lenta maduración de los frutos durante la primera quincena del mes de enero, en la que se ha registrado una media de temperaturas mínimas por debajo de los 2ºC.

En el caso del oídio (Podosphaera aphanis), enfermedad que se presenta con mayor frecuencia en los fresales de Huelva, la ausencia de lluvia y registros de humedad relativa suficiente, están siendo factores favorables para su desarrollo. Si bien, esa ausencia de lluvias está permitiendo realizar su control químico en los momentos de mayor eficiencia siguiendo las recomendaciones de los servicios técnicos basadas en la gestión integrada de plagas (en la mayoría de los casos siguiendo el Reglamento Específico de Producción Integrada de Fresa). Así, desde el 1 de diciembre de 2018 hasta el 18 de enero de 2019, se registra una media provincial en torno al 6’5% de plantas afectadas, siendo baja la severidad de los daños. Éstos se observan principalmente en hojas. En flores y frutos las observaciones están siendo prácticamente nulas.

Respecto a la podredumbre gris (Botrytis cinerea), que hasta ahora el número de días con lluvias esté siendo escaso, y la maduración lenta y escalonada, es un hecho que se está traduciendo tanto en una baja incidencia como en una baja severidad de los daños, observándose esta enfermedad en alrededor del 35% de las parcelas muestreadas. Independientemente de estos datos, se recomienda el muestreo exhaustivo de podredumbre gris en las zonas encharcadas de las cabezas de los túneles y a lo largo de las patas, ya que, debido a las temperaturas frescas actuales los síntomas podrían pasar desapercibidos por su lenta progresión y por iniciarse, principalmente, en la zona de contacto del cáliz y el fruto. Evitar dichas acumulaciones de agua, una buena ventilación de los túneles y la retirada de frutos afectados de la parcela, son medidas que disminuyen el riesgo de desarrollo de esta enfermedad.

Finalmente, y como en campañas anteriores, destacar la presencia de araña roja (Tetranychus urticae) sobre el cultivo ya desde otoño, si bien, y según datos históricos, no se alcanzarán niveles preocupantes hasta finales del invierno o principios de la primavera, cuando a partir de ese momento hasta el final de la campaña podría causar los peores daños. A día de hoy los niveles de intensidad de ataque registrados están siendo leves, aunque su presencia abarca ya a un 70% de las parcelas muestreadas en la provincia. Respecto a su control, entre finales de diciembre de 2018 y durante esta primera quincena de enero de 2019, en aquellas parcelas donde se está superando el umbral económico, y/o en condiciones favorables para su desarrollo+presencia, se está llevando a cabo el control químico de cara a bajar población, facilitando así la efectividad de las posteriores sueltas de fauna auxiliar en forma de depredadores cuyo desarrollo es más lento que el de la plaga.

 

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