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RAIF: Situación actual de la mosca del olivo en Andalucía

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Las suaves temperaturas que se vienen registrando en la mayoría de los olivares de Andalucía,  salvo en algunas zonas como el Valle del Guadalquivir en Sevilla, la Campiña de Jaén y algunas poblaciones de Córdoba, están incidiendo favorablemente en la actividad de la mosca del olivo (Bactrocera oleae).

Las condiciones ambientales con temperaturas por encima de los 36ºC junto con humedad relativa baja limitan mucho la viabilidad de las distintas fases biológicas de este insecto. En cambio las condiciones ambientales con temperaturas entre 20ºC y 25ºC son óptimas para la mosca.

El Reglamento de Producción Integrada establece una tolerancia menor para la mosca según el destino del fruto: En almazara se permite cierto porcentaje de fruto afectado pero un fruto picado no sirve para su aderezo; por esta razón se recomienda prestar especial atención en olivares de verdeo.

Hasta el momento, la actividad de la mosca alcanza una mayor incidencia en Cádiz con un 0,4% de picada total seguida de Málaga y Sevilla con un 0,1%; valores que corresponden con niveles de captura bajos. También se aprecia una escasa viabilidad de la picada observada, encontrándose por debajo de 0,1% en Cádiz, Málaga y Sevilla. En el resto de las provincias o no hay picada o son índices de picadas con valores próximos a 0.

El vuelo de adultos, atendiendo a las capturas que se registran en los mosqueros Macphail, es bajo. Es la provincia de Cádiz con 1,7 adultos/trampa y día la que destaca, y en menor medida Sevilla con un valor medio provincial de 0,8. Lo mismo ocurre con el número de capturas recogidas en las placas cromotrópicas, presentan valores bajos. Destacan Cádiz, Huelva y Málaga con unos valores medios de 2'4, 2'2 y 1'7 adultos/placa y día, respectivamente.

La semana pasada, en Sevilla, se realizaron tratamientos en las parcelas que lo requerían, tras detectar nuevas picadas y capturas, y esta semana aunque también se han realizado han sido más escasos.

A la hora de programar un tratamiento, y para conseguir una mayor efectividad, se aconseja la mezcla con atrayentes, feromonas o proteínas hidrolizadas. Por otro lado, existen diferentes métodos de trampeo masivo que son recomendables para controlar las poblaciones y la intensidad de ataque no es elevada, se trata de colocar trampas cebadas con atrayentes o con fosfato biamónico empleando una densidad por hectárea según la información que proporcione el fabricante o el técnico correspondiente.

Conviene vigilar su evolución, tanto de capturas como observando los frutos, teniendo muy en cuenta la variedad, temperatura y fenología receptiva del fruto. Se recomienda prestar especial atención en aquellas zonas de sierra con microclimas suaves en verano y/o donde predomine la aceituna de mesa, ya que es en éstas donde históricamente se registran las primeras picadas vivas.

Es bueno recordar que entre la fauna auxiliar que puede ejercer un cierto control sobre el crecimiento poblacional de este agente están Pnigalio mediterraneus, Psittalia concolor, Eurytoma martellii, Cyrtoptyx latipes y Eupelmus urozonus.

Es importante conocer la biología del insecto, sabiendo que un factor limitante en su actividad, son las condiciones ambientales de temperatura y humedad relativa:

a) Con temperaturas superiores a 30ºC induce a una reducción de la fecundidad en las hembras.

b) Temperaturas continuadas por encima de 32ºC durante varias horas al día provocan una mortalidad superior al 80% de huevos y larvas de primer estadio de desarrollo.

 

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