CHIL.org

María Martín

18/02/15

Uso mundial de fertilizantes superará los 200 millones de toneladas en 2018

Así lo revela el informe "Tendencias y perspectivas mundiales de los fertilizantes para 2018", publicado en el que se concreta que en dicho año el nivel se sitúe en los 200,5 millones de toneladas.

En clave anual, el consumo mundial de fertilizantes aumentará un 1,8 por ciento cada año hasta el 2018 y, además, la capacidad global de producción de fertilizantes, productos intermedios y materias primas seguirá al alza.

La FAO explicó en su estudio que a medida que el potencial para producir fertilizantes supere su uso, el balance potencial mundial -cantidad disponible sobre demanda real- crecerá para el nitrógeno, el fosfato y potasio, los tres principales fertilizantes del suelo.

El uso mundial de nitrógeno se prevé que aumente un 1,4 por ciento cada año hasta 2018, mientras que el uso de fosfato se incrementará un 2,2 por ciento y un 2,6 por ciento el de potasio.

En comparación, se espera que la oferta de esos tres importantes elementos crezca un 3,7 por ciento, un 2,7 por ciento y un 4,2 por ciento, respectivamente, según el informe de la FAO.

El estudio no hace previsiones sobre los precios futuros, pero indica que los precios de los fertilizantes, tras haber crecido en 2011, eran en general inferiores a mediados de 2014 que en 2010.

De estos tres componentes crecerá especialmente el nitrógeno, sobre todo en África subsahariana, donde aumentará un 4,6 por ciento anual.

En Asia oriental y meridional -que juntas suponen el 60 por ciento de todo el uso de fertilizantes nitrogenados-, el crecimiento en los próximos cuatro años será moderado, pero representará 3,3 millones de toneladas adicionales en términos de volumen.

Según las proyecciones de la FAO, los agricultores de América del Norte utilizarán unas 300.000 toneladas adicionales de fertilizantes nitrogenados en 2018, lo que supone una tasa de crecimiento anual del 0,5 por ciento.

Por otro lado, los campesinos de Europa occidental reducirán su uso en 50.000 toneladas según las previsiones del organismo especializado, con sede en la capital italiana.

La aplicación de fertilizantes es una forma de sustituir el nitrógeno que se elimina del suelo con los cultivos.

Mientras que el uso extensivo de nitrógeno puede implicar su desperdicio y dañar los recursos hídricos, el enorme incremento en el uso de fertilizantes ayudó a impulsar una rápida expansión de la productividad agrícola en la etapa de la posguerra.

En su informe la FAO da algunas pautas para favorecer el estado de salud de los suelos, como la rotación de cultivos y el uso de abono y estiércol, que pueden restaurar el nitrógeno de los suelos.

También algunas plantas como la soja tienen microorganismos en sus sistemas radiculares que captan el nitrógeno del aire y lo ponen a disposición de las plantas.

Este 2015 ha sido designado "Año Internacional de los Suelos" y la FAO trabaja con sus socios para involucrar al público en torno a la necesidad de gestionar de forma sostenible este importante recurso para la producción de alimentos.