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Marta García

04/06/14

Agricultura sostenible, una tendencia que crece

Pero, ¿Qué es exactamente la agricultura sustentable? De acuerdo a los expertos en la materia, es la actividad agropecuaria que se apoya en un sistema de producción que tenga la aptitud de mantener su productividad y ser útil a la sociedad a largo plazo, cumpliendo los requisitos de abastecer adecuadamente de alimentos a precios razonables y de ser suficientemente rentable como para competir con la agricultura convencional; y además el ecológico de preservar el potencial de los recursos naturales productivos.

Sin embargo, actualmente no existe una definición terminante del término, ya que hay cada vez más actividades consideradas como “sostenibles” y que tienen un uso dentro de la agricultura. Dentro de las muchas definiciones, la propuesta por la Sociedad Americana de Agricultura en 1989 cita lo siguiente: “una agricultura sustentable es aquélla que, en el largo plazo, promueve la calidad del medio ambiente y los recursos base de los cuales depende la agricultura; provee las fibras y alimentos necesarios para el ser humano; es económicamente viable y mejora la calidad de vida de los agricultores y la sociedad en su conjunto”.

Lo más destacable de esta actividad es que no está centrada en lo meramente económico, sino que los factores sociales y ecológicos cobran igual relevancia.

Para que una práctica agropecuaria sea sustentable, debe cumplir una serie de requisitos: la satisfacción de las necesidades humanas, la viabilidad económica, la equidad y mejora de la calidad de vida de los agricultores y de la sociedad, la minimización de los impactos, protección y mejoramiento del ambiente y la durabilidad del sistema en el largo plazo en lugar de la rentabilidad cortoplacista.

Que una práctica agropecuaria sea sustentable, no quiere decir que no pueda ser ayudada por las tecnologías modernas, como la siembra simultánea, la agrosilvicultura, la silvipastura; así como la rotación y la labranza de conservación. El beneficio de estas prácticas consiste en que los cultivos explotan diferentes recursos o interactúan entre sí, evitando la erosión y pérdida de nutrientes.

Tenemos un solo planeta, así que la correcta extracción de materias primas es crucial para su conservación y cuidado. Latinoamérica, como un gran productor de materias primas, ha avanzado bastante en materia de agricultura sustentable.

Un estudio científico realizado por el Instituto Suizo de Invesigación en Agricultura Orgánica sostiene que en América Latina la agricultura sustentable ha crecido un 2%, lo que equivale a unas 7 millones de hectáreas.

Además, organismos supranacionales como la ONU, han discutido sobre el tema, dándole vital importancia. El Pacto Mundial de las Naciones Unidas presentó el mes pasado en Roma los Principios de Agricultura sostenible y Empresas, que tienen por objeto contribuir a la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Según la ONU, se estima que la población mundial llegará a los nueve billones de personas en 2050 por lo que la demanda de los sistemas alimentarios mundiales se intensificará. Ante este marco, las empresas serán partners fundamentales para los gobiernos y otros grupos de interés a la hora de implementar soluciones efectivas en materia de agricultura sostenible y de una cadena alimentaria segura.

Por este motivo, los seis Principios son: promover la sostenibilidad en la agricultura y la alimentación en torno a aspectos como la seguridad alimentaria, la salud y la nutrición como objetivos; practicar la responsabilidad ambiental; asegurar la viabilidad económica y compartir valor; respetar los derechos humanos, crear trabajos decentes y contribuir a la prosperidad de las comunidades locales; fomentar el buen gobierno y la rendición de cuentas; y promover el acceso y la transferencia de conocimientos, habilidades y tecnología.