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Riesgos como el pedrisco y el mildiu han provocado pérdidas indemnizadas con más de 40,7 millones de euros correspondientes a los más de 17.100 siniestros tasados que han afectado a una superficie superior a las 119.000 hectáreas.

Entre las comunidades más afectadas destaca Castilla-La Mancha con 84.439 hectáreas siniestradas, cifra muy elevada máxime teniendo en cuenta que los riesgos de mayor incidencia fueron el pedrisco y las lluvias, que habitualmente son fenómenos con una ocurrencia muy localizada. La Comunitat Valenciana, con 9.176 hectáreas afectadas por los mismos riesgos, ha sido la siguiente en importancia.

Daños en la uva de vino en los últimos años

Los daños causados por la inestabilidad meteorológica en el cultivo de uva de vino han generado una siniestralidad acumulada correspondiente a últimas tres cosechas que se eleva a casi 100 millones de euros.

De esta manera, durante 2010 una intensa helada registrada a primeros de mayo y algunos pedriscos fueron las causas climáticas que generaron más siniestralidad en comunidades como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Navarra y La Rioja, entre otras. La cosecha 2009 se vio especialmente afectada por el riesgo de pedrisco que dañó cosechas de importantes Denominaciones de Origen, especialmente de La Rioja.

Para la cosecha 2012 el Seguro con Coberturas Crecientes para Explotaciones Vitícolas en Península y Baleares introduce importantes novedades entre las que destacan una mayor claridad para el viticultor y la unificación de todas las líneas de seguro que daban cobertura a este cultivo en una única que ofrece una amplia gama de garantías organizadas en cuatro módulos, entre los que el viticultor deberá escoger el que más se adapte a las necesidades de su explotación.

Dichos módulos le ofrecen la posibilidad de contratar desde coberturas más básicas para daños catastróficos a nivel de explotación (módulo 1); hasta niveles de cobertura para prácticamente todos los riesgos por parcela, (módulo 3).

Este nuevo seguro cubre tanto los daños en la producción como en las plantaciones e instalaciones de conducción del cultivo, ocasionados por riesgos como el pedrisco, helada, marchitez fisiológica en la variedad bobal, riesgos excepcionales y adversidades climáticas.

Se trata de un producto totalmente adaptado a las necesidades de los viticultores. Por eso:

- Se adelantan las garantías a lo largo de todo el ciclo vegetativo y productivo del viñedo, tanto en las producciones de secano, como de regadío.

- En los módulos 1, 2 y 3 se asignan unas tarifas y unos rendimientos máximos asegurables individualizados y en mejores condiciones para aquellos viticultores que hayan contratado seguros de viñedo en 3 de las 5 últimas campañas. El resto accederán al seguro a través de rendimientos genéricos según zonas.

- Se permite aumentar la producción asegurada de los módulos 1,2 y 3, para determinados riesgos, a través de un seguro complementario.

- Todas las denominaciones de origen y vinos de pago podrán contratar la garantía de Viñedos de Características Específicas con un precio de aseguramiento mayor y una tabla mejor de valoración de calidad del riesgo de pedrisco.

- Por último, el viticultor que desee seguir contratando su seguro con las mismas coberturas y condiciones que con el antiguo seguro combinado, podrá hacerlo a través del módulo P.

Por todo esto y ante la variabilidad de las condiciones meteorológicas que venimos registrando durante los últimos años y sus efectos económicos particularmente perjudiciales para este tipo de cultivo, el nuevo Seguro con Coberturas Crecientes para Explotaciones Vitícolas se perfila como el mecanismo más idóneo para cubrir las pérdidas ocasionadas por este tipo de fenómenos.

Recordamos que puede contratar los módulos 1, 2 y 3 hasta el próximo 29 de diciembre, ya que se ha ampliado su periodo de suscripción.