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Eugenio DOP

12/06/14

Alimentos en jaque por el cambio climático

Según National Geographic, a partir de 2013 las cosechas de estos alimentos se verán reducidas en un 2% cada década.

Pero además, algunos alimentos están seriamente amenazados por los cambios de clima en las regiones donde se producen mayoritariamente y continuar con su producción requerirá serios esfuerzos y reajustes a los agricultores. Estos son los alimentos 'en jaque' por el cambio climático, según la publicación arriba citada:

Café:

Los granos de café arábica, la variedad más consumida en todo el mundo, siendo el 80% de la producción de café mundial, se obtienen de plantas muy delicadas que crecen en países en desarrollo a lo largo de la línea del Ecuador. Un área del globo en la que se están registrando temperaturas por encima de lo normal, fenómeno que complica el cultivo de la planta, que necesita un ambiente que ronde entre los 15 y los 24°C.

El Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) aseveró en un reporte de este año que, si la temperatura sube entre 2 y 2,5 grados centígrados más, se reducirán radicalmente las zonas apropiadas para el cultivo de café. Las plagas son otro problema que deriva del aumento de la temperatura global. El arábica es particularmente susceptible a una enfermedad llamada “roya del café” que, a causa del aumento de la humedad y la temperatura, aparece en zonas cada vez más altas.

Solo en Guatemala, esto afectó a 193.200 de las 276.000 hectáreas dedicadas al café en 2013, echando a perder un 20% de la producción. El panorama es tan oscuro que Tim Schilling, director ejecutivo del World Coffee Research Center (Centro Mundial de Investigación del Café) explicó que dentro de 40 años, en lugar de abastecernos de granos de América Central, estaremos buscándolos en Texas y el sur de Francia. Y mientras que el gobierno de Guatemala declaró su estado de emergencia, marcas como Starbucks intentan desarrollar un arbusto híbrido que pueda sobrevivir sequías y plagas.

Peces:

Muchas especies de peces están desapareciendo producto de exceso en las cuotas de pesca y el cambio climático. El salmón y trucha son especialmente susceptibles ya que necesitan de corrientes frías de agua en los ríos.

Cacao:

Gran parte de la producción mundial de cacao se da en Ghana y la Costa de Marfil. Los científicos predicen que los aumentos de temperatura en esta zona están afectando su desarrollo. Se espera que para el 2030 se entre en un periodo crítico de producción.

Aguacate:

La sequía supone un auténtico problema en las zonas de cultivo de aguacate, un fruto que no necesita de grandes cantidades de agua pero que tampoco puede desarrollarse ante una carencia severa de lluvias. Es lo que está ocurriendo en regiones de gran superficie de cultivo como California en EEUU o, en el caso de España, en Málaga y Granada.

Leche de vaca:

La temperatura adecuada para que las vacas produzcan una leche de calidad es fresca, recomendada entre los 5 y los 20 grados. Sin embargo, en zonas en las que la temperatura tiende a superar este margen, las granjas se verán obligadas a utilizar sistemas de refrigeración, muy costosos de incorporar.

Almendra:

Los almendros necesitan de temperaturas bajas, por debajo de los 7 grados durante períodos continuos de tiempo para florecer y dar fruto. El calentamiento de algunas regiones dificultará que estos árboles puedan desarrollarse con normalidad.

Uva:

Las uvas son delicadas, y más aún para elaborar vinos de alta calidad. Las temperaturas extremadamente altas pueden dar al traste con su óptimo desarrollo, con lo que muchos vinicultores asistirán a una degradación de la materia prima básica para fabricar vino.

Frutas:

Árboles frutales como cerezos o manzanos están particularmente amenazados por las heladas, que provocan importantes pérdidas en su producción.

La solución, según Danielle Nierenberg, de la fundación Food Tank, sería comenzar a cultivar semillas "olvidadas" que solían ser muy populares en las dietas de pueblos indígenas y originarios. Por ejemplo, la amaranta o la quínoa, que resisten altas temperaturas y temporadas de sequía. "Antes se les consideraba como comida de pobres o campesinos, pero en realidad poseen muchos micronutrientes y vitaminas", señala Nierenberg.