22/01/14
Alternativa agrícola ante heladas
Las bajas temperaturas presentadas en fechas recientes han presentado estragos en el campo nacional, sobre todo en la región norte, donde la presencia de heladas devastan cosechas enteras de productos tanto de consumo humano como aquellos empleados para forraje destinado a la ganadería.
Ante ese panorama el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), ubicado en el estado de México, trabaja en la creación de variedades de un grano de uso forrajero que puede convertirse en una opción para los agricultores durante la temporada invernal. Se trata del triticale, un cereal resultado de la cruza entre trigo y centeno con cualidades nutrimentales para el ganado, que además presenta una amplia resistencia a climas de bajas temperaturas.
El doctor Karim Ammar, quien desde hace más de tres décadas trabaja en torno al triticale en el CIMMYT, señala que a pesar de ser poco utilizado en la actualidad, este grano de origen europeo tiene un gran potencial de comercialización entre los productores mexicanos, sobre todo en el norte del país, donde las temperaturas son más extremas, ya que puede emplearse como grano forrajero con alto grado nutricional.
A decir del experto, los productores de maíz en el norte del territorio nacional podrían beneficiarse del triticale, ya que este cultivo es apto como planta de rotación. Es decir, entre un ciclo y otro del cultivo de maíz, el agricultor puede sembrar triticale para evitar la presencia de enfermedades en el producto principal, ya que al ser plantas completamente diferentes, los microorganismos nocivos no logran sobrevivir de una temporada a otra.
Asimismo, por tratarse de un producto de interés para el sector ganadero es posible colocarlo de manera rápida en el mercado y obtener beneficios económicos, incluso en temperadas de baja producción agrícola.
“El triticale se puede producir con costo reducido y tiene buena calidad forrajera al presentar un balance de proteínas y aminoácido. Además, produce mayor cantidad de biomasa, por lo que resulta más competitivo en muchos aspectos respecto a otros granos empleados para la alimentación de ganado, como la cebada”, señala el experto.
Los investigadores del CIMMYT han trabajado en mejorar las propiedades del grano, principalmente en lo que se refiere a rendimiento y mayor adaptación a diferentes ambientes. De hecho, señala el doctor Ammar, muchas de las variedades empleadas en otros países son resultado de las líneas de investigación realizadas desde México, y hasta ahora un millón y medio de hectáreas a nivel internacional emplea los granos del CIMMYT.
“Trabajamos en un programa de mejoramiento de triticale para asegurar que haya opciones de otras variedades por si acaso el producto pierde resistencia a enfermedades. Por ejemplo, la planta es resistente a roya (por hongos) y otros ataques, pero esto no quiere decir que siempre lo va a ser. De modo que nuestro trabajo es de prevención, ya que si estas enfermedades evolucionan, podemos tener lista una línea con una base genética diferente a fin de no perder la productividad”, refiere el doctor Karim Ammar.
Como resultado de estos trabajos de investigación, actualmente el CIMMYT obtiene alrededor de 200 líneas genéticas cada año, las cuales son estudiadas por un grupo de científicos para determinar si alguna de ellas es útil en la producción de una nueva variedad de triticale. Con esto, el Centro tiene la capacidad de crear al menos 100 variedades del producto al año.
Por ahora, los estudios sobre la calidad alimentaria del triticale, que se han hecho en diversos países, no reportan problemas de factores nutricionales entre los diferentes animales que consumen forraje basado en este grano, desde pollos hasta vacas lecheras, lo que también da confianza a los productores de continuar sembrando esta alternativa agrícola.