27/07/14
Beneficios y recompensas de tener un huerto en casa
Otras personas dispondrán de un pequeño jardín, un pedazo de tierra en cualquier lugar, como por ejemplo una azotea o similar. Los beneficios y recompensas que obtendremos de esta práctica (que cada vez tiene más adeptos) son muy interesantes, y no solo en el aspecto económico.
Lo cierto es que, por muchas ganas que tengamos de tener en la mesa nuestras propias hortalizas, frescas y saludables, recién recogidas y bien hermosas, puede que el hecho de tener que trabajar el huerto, dedicarle tiempo y cuidados no nos atraiga tanto. Precisamente esos pasos son unas de las mejores recompensas que nos da el huerto: tiempo de ocio de calidad, y también tiempo con la familia.
LO QUE DEBES SABER...
El huerto en casa te permitirá disfrutar del tiempo libre mientras ves crecer las plantas y ves cómo se desarrollan tus hortalizas.
Es una experiencia muy interesante para compartir con los niños pequeños, ya sean hijos o nietos, pues es educativa y muy nutritiva cuando recogemos los frutos.
aunque parezca poco al principio, podremos ahorrarnos un dinero en la cesta de la compra cuando tengamos el huerto en marcha y a velocidad de crucero. Y lo que “nos sobre” siempre podemos aprovecharlo.
Beneficios del huerto en casa
Es muy sencillo pensar en los beneficios de cultivar en casa. Como dijimos, primero hemos de saber si tenemos un espacio suficiente para plantearnos la huerta urbana. Segundo, si tenemos esa posibilidad podemos pensar en soluciones bastante modernas para colocar las macetas y los terrarios. Sobre todo, si tenemos un pequeño jardín, no podemos desaprovechar la oportunidad de cultivar nuestros tomates o nuestros calabacines.
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Existe multitud de información y tutoriales en Internet para iniciarse en el huerto casero, sitios en los que nos contarán trucos y consejos para tenerlo todo a punto en las fechas correctas, consejos para el cuidado de las plantas y mucho más. Basta con hacer una pequeña búsqueda y nos encontramos con sitios como Planeta Huerto o Huerto en casa, por ejemplo, que nos pueden servir de guía.
Tendrás las hortalizas más frescas, y de temporada (¡lógicamente!), y sentirás cómo de bueno es comerse un tomate recién sacado de su planta, con el calor del sol todavía latente en su interior. Es un placer inmenso.
Disfrutarás de tu tiempo libre, o aprenderás a hacer un hueco en tu ajetreada vida para mantener algo, cultivarlo, examinarlo y cuidarlo. Es muy agradable dedicarle media horita a tu huerto (no te llevará más a menos que te lo hayas montado a lo grande) e ir viendo cómo crece.
Es una actividad que puede hacer toda la familia, y por eso mismo es una gran idea involucrar en el cuidado del huerto a nuestros hijos, o a nuestros nietos (según el caso).
Los niños aprenderán de dónde vienen los alimentos que se encuentran ya a la mesa, y les darán más valor. Algunos, incluso, se sentirán más inclinados a consumir las verduras y hortalizas al haber participado en su cultivo.
Ponemos nuestro granito de arena para cuidar del medio ambiente eliminando las emisiones que se lanzarían a la atmósfera por el transporte de los cultivos que realicemos.
Gastaremos algo de dinero al principio, para arrancar el huerto, pero luego, temporada a temporada, recuperaremos la inversión a base de hortalizas que nos salen mucho más baratas por unidad o por kilo.
Controlaremos perfectamente los pesticidas y abonos utilizados en el cultivo, y así estaremos más tranquilos al respecto.
Por otro lado aprenderemos que existen conservantes naturales y que no se diferencian tanto de algunos de esos que llamamos “químicos”.
Aprenderemos algo tan importante como el ciclo de vida de las plantas, y lo valoraremos en su medida. Con algo de maña podremos autoabastecernos de semillas con las que perpetuar nuestra huerta.
Por último, y aunque parezca algo banal, podremos regalar a nuestros invitados con nuestros productos recién cosechados, y hacer que se chupen los dedos.
Cultivar un huerto en casa da trabajo, pero si conseguimos un tamaño contenido, unas pocas hortalizas que controlemos perfectamente y si tenemos paciencia y gusto por hacer cosas con la naturaleza, es una experiencia muy gratificante. Y si además tenemos maña y conseguimos hermosas hortalizas, ¡pues tanto mejor!