02/04/14
Buenas prácticas para prevenir la contaminación por Aflatoxinas en la producción primaria
Ello es debido a que durante el año 2013, se ha notificado de forma reiterada la detección de concentraciones de Aflatoxina B1 superiores a las permitidas por la normativa europea de piensos en maíz de distintos orígenes. En España, se han recibido varias notificaciones relacionadas con la detección de Aflatoxina B1 en maíz de origen nacional.
Esta contaminación ha tenido como consecuencia, en muchos casos, que se tuviera que retirar leche del mercado porque se superaban los máximos permitidos de Aflatoxina M1 en este alimento.
La Aflatoxina B1 es un metabolito de los hongos Aspergillus flavus y Aspergillus parasiticus, que afectan a las mazorcas de maíz. La infestación de la mazorca se ve favorecida por temperaturas altas y períodos de sequía en los meses de “llenado” del grano de maíz o por otros factores que pueden afectar la integridad de éstos, como pueden ser insectos, daños por heladas tempranas, etc. Aunque algunos de estos factores no se pueden controlar de forma directa por parte de los agricultores y ganaderos, sí que se pueden adoptar medidas para intentar, en la medida de lo posible, minimizar esta contaminación.
Además, hay que recordar que los operadores son responsables de comunicar a las autoridades competentes la detección de niveles elevados de aflatoxinas y de iniciar el proceso de retirada de los piensos en base al artículo 20 del Reglamento (CE) nº 178/2002. Cuando se detecten concentraciones de Aflatoxina B1 en materias primas inferiores a 20 μg/kg (ppb) pero superiores a 5 μg/kg (ppb) se recomienda adoptar medidas para evitar que los piensos compuestos destinados a especies o categorías de animales sensibles, en particular los destinados a vacuno lechero, superen el límite máximo establecido de 5 μ/kg (ppb).
"Las medidas para prevenir la contaminación por aflatoxina B1 en la producción primaria” que se exponen a continuación, se encuadran dentro del conjunto de medidas diseñadas por el MAGRAMA en colaboración con los sectores afectados para prevenir, en la medida de lo posible, que las concentraciones de Aflatoxina B1 en maíz superen los límites establecidos legalmente. Esta medidas van dirigidas a las distintas fases de la producción primaria que conducen a la producción, comercialización y uso del maíz como materia prima para piensos.