CHIL.org

Irene Campos

13/03/13

¿Conoces los riesgos para la salud derivados a la exposición a plaguicidas?

El plaguicida ideal sería aquel que resultara muy tóxico para la plaga que se quiere combatir y nada tóxico para el resto de los seres vivos, pero esto actualmente no existe. La mayoría de los plaguicidas son tóxicos para casi todos los seres vivos, desde los gérmenes o los insectos, hasta los animales más desarrollados, incluido el hombre.

Esto sucede porque contienen sustancias que suelen actuar modificando o impidiendo que se realice alguna función vital para la plaga que se quiere combatir o controlar; funciones que en muchos casos se dan también en otros seres vivos y, por supuesto en los hombres. De esta forma la acción del plaguicida puede no reducirse a aquello que se quiere conseguir y ocasionar daño a la salud de las personas.

Se trata además, en la mayoría de los casos, de sustancias sintéticas, no presentes en la naturaleza y, por tanto, extrañas cuando entran en el organismo humano, lo que puede dificultar, por ejemplo, su transformación, destrucción o expulsión.

La toxicidad es diferente de unos plaguicidas a otros y depende fundamentalmente del tipo de sustancia o sustancias que los componen y de sus concentraciones, existiendo además una serie de factores ambientales, personales y laborales que pueden modificar el daño que producen.

La toxicidad de una sustancia no equivale al riesgo de trabajar con ella. No siempre la sustancia más tóxica es la que mayor riesgo supone, ya que puede, por ejemplo, utilizarse de la forma más adecuada, durante poco tiempo o a muy baja concentración y entonces, el riesgo será menor.

El riesgo de sufrir daño para la salud depende sobre todo de la toxicidad del producto y de lo expuesto que se esté a él, además de otras variables, entre las que tal vez el lugar más importante lo ocupe el conocimiento que se tenga de que ese riesgo existe y de cómo puede evitarse. Si no se ha evitado, y el contacto con el plaguicida se ha producido, tendrá repercusiones en la persona, aunque en la mayoría de los casos no se perciba el daño para la salud. El daño será mayor o menor dependiendo de lo tóxico que sea el producto y de la dosis que se haya absorbido, o sea, la cantidad que ha entrado en el organismo en un determinado periodo de tiempo. Además, hay que tener en cuenta las variaciones debidas a las características personales, la vía por la que ha entrado, la capacidad para eliminarlo, la rapidez con que se haga el diagnóstico, el tratamiento médico correcto, etc.

La acción tóxica fundamental suele ser consecuencia del mecanismo de acción de la sustancia activa del plaguicida que, en principio, es similar para las sustancias que pertenecen al mismo grupo químico y diferente entre sustancias de grupos químicos distintos. Así los organofosforados (dimetoato, metil-azinfos…) y los carbamatos (carbaril, aldicarb…) actúan paralizando unas sustancias contenidas en la sangre y en el sistema nervioso llamadas colinesterasas, impidiendo su función y llegando de esta forma a la intoxicación. Los piretroides, en cambio, actúan estimulando algunos sistemas orgánicos y los raticidas de efecto anticoagulante, impidiendo la coagulación de la sangre cuando se produce una herida.

Como los plaguicidas, además de la sustancia activa suelen llevar otras sustancias (ingredientes inertes, adyuvantes, aditivos) generalmente para favorecer su eficacia, estabilidad…; también ellas pueden ocasionar un problema para la salud.

Otra consideración importante, común a todos los productos químicos, es que el riesgo para la salud al haber tenido contacto con un plaguicida puede continuar después de la exposición y los problemas pueden aparecer más tarde.

Según la Reglamentación Técnico-Sanitaria (RD 3349/1983, y las posteriores modificaciones, y la normativa de preparados peligrosos (RD 1078/93, por el que se aprueba el Reglamento sobre clasificación, etiquetado y envasado de preparados peligrosos), clasificar un producto químico peligroso significa asignarle una categoría de peligro de entre las que se establece una normativa y una frase normalizada de riesgo (frase R) que indique los riesgos del producto. En la etiqueta aparecerá una o varias frases R y además algunas en forma de frases normalizadas de seguridad (frases S) que indican los consejos de prudencia necesarios para un uso seguro del producto y los símbolos que representan gráficamente los riesgos más significativos.

Los plaguicidas, al igual que otros productos peligrosos, se clasifican en una o varias de las siguientes categorías de peligro establecidas en la normativa.

Según sus propiedades físico-químicas:

-Explosivos (E): reaccionan de forma rápida liberando calor y formando gases. En determinadas condiciones detonan, deflagran, o bajo el efecto del calor, si están encerrados explosionan.

- Comburentes (O): en contacto con otros productos producen reacción liberando calor.

- Extremadamente inflamables (F+): líquidos volátiles o gases, que pueden arder a temperaturas muy bajas, a temperatura y presión normales son inflamables en contacto con el aire.

- Fácilmente inflamables (F-)

- Inflamables.

Por sus propiedades toxicológicas:

- Muy tóxicos (T+). Los productos que por inhalación, ingestión o penetración cutánea en muy pequeña cantidad pueden provocar efectos agudos o crónicos e incluso la muerte.

- Tóxicos (T-). Los productos que por inhalación, ingestión o penetración cutánea en pequeñas cantidades pueden producir efectos agdos o crónicos e incluso la muerte.

- Nocivos (Xn). Los productos que por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden provocar efectos agudos o crónicos de gravedad limitada.

- Corrosivos (C). En contacto con los tejidos vivos ejercen una acción destructiva de los mismos.

- Irritantes (Xi). Son productos no corrosivos, que en contacto breve, prolongado o repetido con la piel o mucosas pueden provocar na reacción inflamatoria. Tienen el mismo símbolo que los nocivos con la anotación Xi.

- Sensibilizantes (Xi) si es por contacto con la piel o Xn por inhalación. Son productos que pueden originar una reacción de hipersensibilidad, de formaque la exposición posterior al producto dé lugar a efectos negativos característicos. Tienen el mismo símbolo que los nocivos con la anotación Xn o Xi.

Según sus efectos específicos sobre la salud humana:

- Carcinógenos: por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden producir cáncer o aumentar su frecuencia.

- Mutagénicos: por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden producir alteraciones genéticas hereditarias o aumentar su frecuencia.

- Tóxicos para la reproducción: inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden producir efectos negativos no hereditarios en la descendencia, o aumentar la frecuencia de éstos o afectar de forma negativa a la función o a la capacidad reproductora.

Según sus efectos para el medio ambiente:

Peligrosos para el medio ambiente.- Son los productos químicos que presentan o pueden presentar un peligro inmediato o futuro para uno o más componentes del medio ambiente.

La toxicidad del principio activo de un plaguicida se fijaba en función de los resultados que se obtenían mediante experimentación animal, en la que se valoraban, fundamentalmente, los efectos agudos. La forma más habitual de realizarlo era averiguando la llamada dosis letal.