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Irene Campos

14/06/15

¿La Dieta Mediterránea podría desaparecer?

Un informe elaborado por la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) y el CIHEAM (Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos), pone al descubierto la transición alimentaria que se está experimentando en la región mediterránea. La globalización alimentaria, los cambios en el estilo de vida y el cambio del papel desempeñado por la mujer en la sociedad, provoca que la población se aleje de los alimentos que forman parte de la Dieta Mediterránea, reduciendo el consumo de legumbres, verduras y frutas, y aumentando el de carne y productos lácteos.

Estos cambios han provocado, según el informe, el aumento del sobrepeso y la obesidad en muchos países mediterráneos, además se ha experimentado un aumento de las enfermedades crónicas asociadas a la alimentación. Si esta transición nutricional se mantiene, podríamos pensar que la Dieta Mediterránea podría desaparecer, quizá por ello las organizaciones antes mencionadas han elaborado este informe, para examinar los efectos negativos de los cambios que se están produciendo en las pautas alimentarias de los países mediterráneos. A partir de las conclusiones obtenidas, se solicita un programa de acción que apoye las dietas más sostenibles, como es el caso de la Diera Mediterránea.

El informe ha sido presentado en la Exposición Universal de Milán, en el marco del programa “Feeding Knowledge” (Alimentar el conocimiento), programa de la Expo 2015 Milán para la cooperación en la investigación y la innovación sobre seguridad alimentaria. La Dieta Mediterránea comprende alimentos como los cereales, las legumbres, las verduras, las hortalizas, el aceite de oliva virgen extra y un consumo moderado de carne y pescado, son alimentos que contribuyen al disfrute de una vida larga y saludable. Es una dieta que según explica la FAO, se basa en gran parte en las hortalizas, por lo que se requieren menos recursos naturales que para la producción animal, y por tanto, tiene un impacto mucho menor en el medio ambiente.

El coordinador del Programa de Sistemas Alimentarios Sostenibles de la FAO explica que esta dieta es muy nutritiva, está integrada en las culturas locales, es sostenible y además compatible con las economías locales, por ello es necesario continuar apoyándola y promocionándola. Los sistemas alimentarios tradicionales se ven afectados por la globalización alimentaria que trae todo tipo de alimentos a los mercados, se producen cambios en los que la variedad de paisajes locales se transforman en monocultivos, según algunas estimaciones, en la actualidad sólo se sigue produciendo un 10% de los cultivos tradicionales, el resto se ha sustituido por cultivos no nativos mejorados. Se apuntan muchas causas que hacen peligrar la Dieta Mediterránea, el agotamiento de recursos naturales, de desarrollo urbano, el turismo y la pérdida de conocimientos tradicionales, un conjunto de cosas que, según el informe, contribuyen a la disminución acelerada de la diversidad genética de cultivos y razas animales en todo el Mediterráneo.

Es complicado luchar contra la industria alimentaria y el benéfico económico, algunas razas animales se abandonan porque no son productivas o rentables, lo mismo ocurre con los cultivos, y no se trata de un problema relacionado con la Dieta Mediterránea, es un problema a nivel mundial. Al respecto recordamos las palabras de Atle Bones, un investigador y profesor noruego de Biología en la NTNU (Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología), el experto comentaba que a pesar de que contamos con una gran variedad alimentaria en nuestro planeta, sólo algo más de 100 especies son las que mayoritariamente se cultivan, destacando que el arroz, el trigo, y el maíz, alcanzan más del 60% de la producción mundial, de ello hablábamos aquí.

Hemos perdido miles de variedades de alimentos y la mayoría han desaparecido por la selección industrial, aquellas especies alimentarias que no han reunido los requisitos de productividad han sido descartadas por las empresas. Un ejemplo que se puede citar, en Estados Unidos hace 200 años se cultivaban hasta 7.000 variedades de manzanas, actualmente apenas se alcanza el centenar de variedades. Precisamente en el año 2008 la FAO daba a conocer un breve documental sobre la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura y sobre la razón de su creación. En él se explicaba que actualmente sólo se utilizan 150 variedades de vegetales para la alimentación, destacando que el 70% de los alimentos que consumimos se producen solamente con 12 especies vegetales y cinco animales.

Se apunta que es necesario actuar y que investigadores, políticos e industria alimentaria trabajen conjuntamente para comprender mejor los sistemas y las tendencias alimentarias. En el informe se considera que es necesario prestar más atención al incremento del consumo y a la producción de alimentos a fin de poder preservar los recursos y conocimientos locales. Esto es algo bastante complicado y más sabiendo que va en contra de los intereses de la industria alimentaria y también de los políticos. Se habla de llevar a cabo campañas de sensibilización para la promoción de los alimentos mediterráneos tradicionales, lamentablemente este tipo de campañas (ya se han realizado varias a lo largo de los años) no parecen servir de nada y la prueba es el cambio que se ha estado experimentando en la dieta.

Para apoyar estos objetivos se ha lanzado un llamamiento a la acción con el título Med Diet EXPO, solicitando que se realicen mayores esfuerzos para preservar los agro ecosistemas del Mediterráneo, trabajar para la sostenibilidad de los sistemas alimentarios de la región y así poder garantizar la seguridad alimentaria de la creciente población. A través de este enlace (Pdf) podréis conocer todos los detalles del informe emitido.