24/02/14
¿Tiene fecha de caducidad el aceite de oliva?
Esta es una duda que les surge a infinidad de consumidores actuales. La respuesta es que el aceite de oliva no tiene una fecha de caducidad propiamente dicha. Sin embargo, sí se comercializa con una fecha de consumo preferente, que dependerá, principalmente, de la variedad con la que esté elaborado y del modo en el que haya sido conservado.
En cualquier caso, los vírgenes extra suelen conservar todas sus propiedades nutricionales y organolépticas hasta un año después de su envasado. Pasado ese tiempo, el aceite todavía puede ser consumido sin ningún riesgo para la salud, aunque podría presentar algún defecto como el enranciamiento, provocado por la oxidación del producto al contacto con el aire.
En este caso, será el propio consumidor quien decida si utilizar o no ese aceite concreto consultando la fecha de envasado del aceite. Una información algunas marcas incluyen en su etiqueta y que puede ayudar al consumidor a calcular la vida útil del producto que está a punto de adquirir.
Etiquetado estricto
A finales del pasado año, los Estados miembros dieron luz verde a la revisión de las reglas de comercialización de aceite de oliva en la Unión Europea, con el objetivo de introducir normas más estrictas en el etiquetado para así evitar “que nos den gato por liebre”.
Según fuentes europeas, las nuevas disposiciones entrarán en vigor el 13 de diciembre de 2014 –habrá una moratoria para que los productores agoten las reservas existentes- y obligarán a que la formulación del etiquetado sea “uniforme” y “no induzca a error al consumidor”. Para ello, se revisará de manera exhaustiva la información expresada en letra pequeña de las etiquetas, un método al que recurren algunos productores para ocultar que se trata de un aceite de calidad inferior.
La etiqueta deberá informar, también, de manera “más clara” sobre el modo más óptimo de conservación del producto, junto a la necesidad de almacenarse lejos de la luz y del calor, para mantener su integridad.
Por otra parte, las marcas podrán mencionar con carácter voluntario, la fecha de recolección del fruto, siempre que todo el aceite del recipiente provenga de la misma cosecha.
Para evitar el fraude, las administraciones competentes estarán obligadas a vigilar el cumplimiento de estas normas y a realizar controles oportunos, así como a emprender acciones legales si se vulneran las reglas.