10/07/14
Carlos Domínguez aboga por una pesca de arrastre de fondo basada en “el asesoramiento científico, la delimitación de las zonas de pesca y la identificación de las zonas vulnerables”
Así lo ha planteado en una reunión mantenida hoy con los medios de comunicación en la sede del Departamento, en la que han participado también el director del Instituto Oceanográfico Español (IEO), Eduardo Balguerías, y el secretario general de CEPESCA, Javier Garat.
Domínguez ha rechazado la propuesta de la Comisión sobre la prohibición total de arrastre y enmalle en dos años, señalando que se ha realizado “sin considerar el impacto real ambiental ni socioeconómico”. Una propuesta, ha explicado el secretario general, que ha sido revisada a fondo por el Parlamento Europeo que, por su parte, ha propuestoautorizaciones específicas para pesca con redes de arrastre de fondo y de enmalle de fondo, en fondos superiores a 600 metros, con revisión de todo el reglamento al cabo de 4 años.
Esa propuesta del Parlamento Europeo, ha indicado Domínguez, se está debatiendo en las reuniones del Grupo de Política de pesca en el Consejo, y se espera que los trabajos concluyan antes de final de año.
OBJETIVOS DE LA SECRETARÍA GENERAL DE PESCA
Para lograr una gestión sostenible de las especies de aguas profundas y la protección de los ecosistemas marinos, el secretario general ha apostado por la incorporación a la legislación europea de la normativa de las organizaciones Regionales de Pesca, incidiendo en la congelación de la huella pesquera, que conlleva el cálculo objetivo del impacto que ocasiona este arte.
También ha señalado la necesidad de evitar ampliar zonas de arrastre sin contar con estudios previos, y ha defendido la toma de medidas de gestión sobre una base científica sólida, “con equidad y proporcionalidad”, que asegure un cumplimiento eficaz por el sector pesquero.
Por otra parte ha destacado la importancia de mantener la igualdad de condiciones con el sector de terceros países, para asegurar la eficacia de las medidas adoptadas.
REPERCUSIÓN EN LA FLOTA ESPAÑOLA
Domínguez ha recordado que en la actualidad la flota española de arrastre cuenta con un total de 1.038 buques, lo que ha supuesto una reducción los de más del 25 por ciento en los últimos cinco años, cuando se contaba con un total de 1.439.
También ha destacado el empleo que genera el arrastre que, en 2012, ascendía a más de 8.000 trabajadores entre tripulación y personal de tierra, con unos ingresos cercanos a los 700 millones de euros.
Por ello, ha indicado Domínguez, la prohibición de pesca de arrastre, no sólo afectaría a 850 buques españoles incluyendo los pequeños del caladero nacional, sino también a determinadas especies que serían difíciles o imposibles de pescar con otras artes, como el rape, el gallo, el lenguado, el rodaballo o la platija, que sólo se pueden capturar de manera rentable con un arte de arrastre de fondo.
MEDIDAS DE PROTECCIÓN
Tras señalar que el arte de arrastre de fondo es una de las modalidades más regulada, el secretario general ha expuesto algunas de las medidas de protección y proyectos en defensa de los ecosistemas marinos, como los espacios LIC (designados por hábitats y especies marinas) y ZEPA (aves marinas), que componen la Red Natura 2000 marina, y que persiguen garantizar la sostenibilidad de los usos, incluida la pesca, a través de instrumentos de gestión.
También ha destacado las propuestas de LIC en el marco del proyecto INDEMARES sobre el “Inventario y designación de la Red Natura 2000 en áreas marinas del Estado español”, o el proyecto Atlantis, un estudio multidisciplinar de los hábitats sensibles e interacciones con las actividades pesqueras en las aguas internacionales del atlántico Sudoccidental, un área de importancia para la flota española de gran altura.
En este ámbito ha subrayado también la labor desarrollada por el buque oceanográfico Miguel Oliver de la Secretaría General de Pesca, que ha estudiado los hábitats vulnerables en Hatton Bank y ha identificado las zonas vulnerables, logrando la protección de 18.000 kim2, el programa Atlantis para las aguas internacionales frente a Patagonia (50.000 km2), o el Nereida, donde se prospectaron cerca de 70.000 km2 en Flemish Cap.
“Una importante labor de investigación de las plataformas profundas, en las que también han colaborado el IEO y el CSIC para la evaluación del impacto de la pesca y la protección de los fondos marinos” ha concluido el secretario general