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Se trata de los incluidos en el Régimen de Pequeños Agricultores, una de las grandes novedades que presenta este nuevo periodo de la PAC y cuya figura refleja lo que es en la práctica la POlítica Agraria Común para el campo: una ayuda y no un negocio para agricultores y ganaderos.

El régimen de Pequeños Agricultores, cuya principal baza en estos días es que serán los más beneficiados por el pago adelantado de los fondos de la PAC, rerpesenta una nueva figura que ayuda a la simplificación de todo el proceso de inclusión dentro de la PAC y facilita los trámites para cobrar las ayudas directas.

Con su inclusión, agricultores y ganaderos quedan exentos de aplicar las prácticas agrícolas beneficiosas para el clima y el medio ambiente, aunque paralelamente seguirán percibiendo el pago correspondiente a este régimen. No tienen que cumplir con los requisitos para su determinación como agricultores activos, excepto en lo referente a estar inscritos en los registros, no van a ser sancionados en base a la aplicación de la condicionalidad y tienen la garantía de que no se les aplicarán las sanciones previstas por declaración incompleta de las superficies de todas las parcelas de la explotación en la solicitud única.

Buena prueba de la importancia de esta figura es que servirá de reflejo de lo que es el mundo agrario en este país. Con un simple vistazo se puede ver, según los datos aportados por el FEGA, la situación del campo español. Así, se puede ver cómo la Conunidad Valenciana tiene un 74% del total de demandantes dentro de este régimen. Le sigue La Rioja con el 51% mientras que destaca, por su peso específico, Andalucía con un 43%.