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Irene Campos

28/09/14

Científicos aconsejan evitar siembras tempranas y cosechas tardías para recolectar maíz más sano

Científicos de la Misión Biológica de Galicia (MBG), centro dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han determinado por primera vez para Galicia los principales factores genéticos y ambientales que influyen en el nivel de infección y contaminación del grano de maíz de hongos productores de micotoxinas, sustancias que que en bajas concentraciones resultan tóxicas para humanos y animales. Los investigadores abogan por la mejora genética del maíz para hacerlo más resistente a esta contaminación por micotoxinas y recomiendan evitar las siembras tempranas y las cosechas tardías para evitar la exposición prolongada durante la floración y el secado a temperaturas medias en torno a los 15º C, que pueden promover la biosíntesis de micotoxinas cuando el grano tiene un contenido de humedad inferior al 30%.

"Hemos observado que los factores climáticos de dos periodos críticos, la floración y el secado del grano, tienen una enorme influencia sobre las diferencias en contaminación, es decir, las temperaturas elevadas durante la floración y una pluviosidad abundante durante el secado favorecen la acumulación de fumonisinas", explica la investigadora de la Misión Biológica de Galicia Ana Butrón Gómez.

Los científicos del Grupo de Genética y Mejora de Maíz de la MBG han realizado durante tres años un seguimiento de los hongos que atacan a los cultivos de maíz en Galicia tomando como objeto de estudio plantaciones de cuatro localidades de la provincia de Pontevedra: Pontevedra, Ribadumia, Pontecaldelas y Cotobade.

"Hemos observado que el hongo que más infecta el grano de maíz es Fusarium verticillioides y que en la contaminación del grano con fumonisinas, las micotoxinas específicas que produce este hongo, influyen sobre todo las condiciones térmicas durante un periodo entorno a la floración, la precipitación y temperaturas subóptimas para el desarrollo del hongo durante el secado del grano y los daños causados en el grano por diversas plagas (taladros y polilla). Además, hemos constatado que el promedio de contaminación anual con fumonisinas es significativamente mayor en los cultivos próximos a la costa que en los del interior", explica Ana Butrón, quien agrega: "En ninguno de estos análisis detectamos concentraciones de fumonisinas superiores a las permitidas por la legislación".

Paralelamente, los científicos han buscado, tomando como referencia líneas puras y poblaciones de maíz del banco de germoplasma de la Misión Biológica de Galicia (MBG), fuentes de resistencia a la contaminación con fumonisinas, las micotoxinas más abundantes en España. "De 246 líneas puras, 63, que diferían para color y tipo de grano, mostraron resistencia al hongo y a la posterior contaminación. Estos resultados han permitido el diseño y desarrollo de un programa de mejora genética de la especie a partir de cruzamientos entre líneas resistentes del mismo grupo heterótico", explica Butrón.

Con esta información, y tras constatar las posibilidades de la mejora genética para controlar este tipo de contaminación, han iniciado un programa de selección genética que tienen como finalidad hacer el maíz más resistente a la contaminación con la toxina. Por el momento, han constatado que los ejemplares más resistentes al ataque de otras plagas también lo es a la contaminación por micotoxina.

"El uso de variedades de maíz más resistentes al ataque en grano de las plagas de insectos (taladro y polilla) es beneficioso para reducir la contaminación con fumonisinas", explica Butrón, que añade que no han encontrado que el maíz "autóctono" gallego sea ni más vulnerable ni más resistente al ataque de micotoxinas que e producido en otras zonas.