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Hay varios sistemas existentes en el mercado, pero el problema de los sistemas tradicionales antiheladas es el altísimo caudal que necesitan y la alta presión de trabajo así como el problema de encharcamientos y rotura de ramas por el peso del agua. Es por eso que un agricultor y técnico valenciano, Carlos Arenes, ha estudiado los diferentes sistemas antiheladas que utilizan en las diferentes zonas del mundo y ha dado con un sistema que utilizan en América y del cual tiene la patente para implantarlo en España y el resto de Europa.

Se trata de un novedoso método que se basa en la utilización de microaspersores con un pulsador para mojar la planta. Este pulsador está asociado a un gotero autocompensante y a una cabeza giratoria de alto caudal que lanza entre 120 y 300 litros por hora, pero al llevar incorporado el pulsador, trabaja solamente con 20 o 30 litros/hora distribuyéndola al máximo en los árboles, con un tamaño de de gota y uniformidad muy elevada, superior al 92% y perfecta para el control de heladas.

“Mientras estamos aplicando el agua, los árboles están a 0º, por lo que se crea una fina capa de hielo que los aísla de la temperatura exterior (efecto iglú), que puede lllegar a ser muy baja. El sistema no se detiene en ningún momento, ya que si dejásemos de aplicar el agua se congelaría todo y no podría efectuarse el descongelado en la planta y la instalación, porque el calor lo obtenemos del cambio de agua de estado líquido a sólido, si dejamos de aportar agua dejamos de aplicar calor. La temperatura del árbol nunca baja de 0º.”

“El sistema funciona de forma automática, ya que posee una pequeña estación que nos avisa a nuestro dispositivo móvil de la temperatura en nuestra parcela y del punto de rocío, así podemos decidir siempre si conectamos o no el sistema," explica Carlos Arenes.

“En un principio, el sistema se diseñó para cultivos frutales tropicales como aguacate y mango y para cítricos, y ahora, dado los resultados positivos, lo estamos aplicando en todo tipo de frutales de pepita y de hueso, así como en invernaderos para los cuales creamos una fina película de hielo en el exterior de las instalaciones -si estos están completamente cerrados por los laterales- que aísla al invernadero de las bajas temperaturas, manteniendo la pérdida de calor por radiación dentro del invernadero en su interior”

Con la baja aplicación de agua utilizada y el hecho de que trabaja con la mitad de la presión que cualquier otro sistema el ahorro de energía y de agua es bastante considerable. “Estamos hablando del sistema de riego y de control de heladas más económico del mercado teniendo en cuenta que ahorramos hasta un 80% de agua. El coste por hectárea es de unos 15 euros con el equipo funcionando 10 horas y las piezas no tienen límite de uso.

El sistema, que lleva 6 años vendiéndose en Estados Unidos, empezó el año pasado a comercializarse en Europa, donde las reacciones de aquellos que lo prueban son más que positivas. “Normalmente, quien prueba repite. Primero insistimos a los clientes que prueben solamente en una pequeña parcela los resultados del sistema. Al poco tiempo, ¡vuelven a llamarnos para que les instalemos el sistema en toda su superficie!” afirma.