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Marta García

01/07/13

Compra ecológica por internet

España lidera la producción europea de productos ecológicos y en cambio ocupa el séptimo lugar en su consumo. Cada español destina unos veinte euros al año a la compra de alimentos ecológicos, frente a los sesenta de un alemán o los ciento y pico de un suizo o un danés. En realidad, lo que reflejan los informes oficiales sobre la materia es que hay unos 16 millones de consumidores ecológicos pero no llegan a 600.000 los que adquieren estos productos de forma habitual, una vez a la semana, y esos gastan más: entre 30 y 40 euros per cápita.

Entre estos últimos está Arantxa Eslava, directora de servicios técnicos y desarrollo de la Asociación Valor Ecológico (Ecovalia), que explica que “ser consumidor ecológico al cien por cien es muy complicado salvo que estés muy metido en ello; no sólo es que te tienes que adaptar a la temporalidad del producto, es que a menudo has de ir buscando un proveedor para cada artículo o conformarte con el catálogo de productos de la tienda de tu barrio o de una plataforma on line”. Y eso ahora, después de unos años en que ha crecido de forma sustancial la oferta, porque hasta no hace mucho ser ecológico no era una opción alcanzable para todos, dependía en buena medida de dónde se vivía porque la oferta ecológica en las tiendas convencionales era escasa, la implantación de tiendas especializadas reducida y los precios escandalosamente elevados.

Esa fue la realidad que llamó la atención de Franco Bertolini, cofundador de EcoSpainB2B, mientras cursaba el máster en Empresa Internacional y Comercio Exterior de la Universitat de Barcelona hace tres años. “Las estadísticas decían que el 80% de la producción ecológica anual se exportaba y sólo el 20% se destinaba al mercado interno. Después de profundizar en las razones vi que las dos principales barreras al consumo de productos ecológicos eran el alto precio y la falta de disponibilidad, la escasa oferta en los lugares habituales de compra; eso dio lugar a la creación de muchas tiendas ecológicas de barrio, pero sus dueños encuentran muchas dificultades para encontrar proveedores porque sus pedidos son de poco volumen, y terminan comprando a un distribuidor y teniéndose que conformar con lo que este ofrezca y, en muchos casos, con más productos extranjeros que españoles; por otra parte, los productores ecológicos son empresas familiares que si han de asumir los costes de comercializar ellos mismos sus productos han de encarecerlos y pierden competitividad, así que les resulta más fácil vender al exterior que dentro de España”, resume Bertolini. Y explica que para tratar de superar estas dificultades ideó EcoSpainB2B, una plataforma en línea donde se puede comprar de forma directa y sin intermediario al productor. “Eliminar al intermediario supone comprar el producto un 40% más barato, pues ese es el porcentaje que recarga el distribuidor, y de esa manera se puede acceder a más variedad de producto y a un precio más económico”, precisa.

Y no ha sido el único en pensar que la vía más práctica para la compra ecológica era internet. Los obs­táculos que encontraba Juan Jesús Macías para reunir una cesta de la compra ecológica le llevó a crear la plataforma Productosecológicossinintermediarios, un escaparate donde el consumidor puede elegir entre una amplia oferta de productos ecológicos pertenecientes a más de 50 categorías: desde aceite hasta semillas para germinar brotes, pasando por carne, conservas, productos de higiene, de jardinería, de cosmética o platos preparados. “Nosotros lo que hacemos es gestionar cada pedido con el productor correspondiente y enviar a la empresa de transporte para que lo recoja y lo entregue en casa del consumidor ”, explica Macías. También Cosme Echanove, director y fundador de Enterbio, tuvo claro que el mejor canal para abastecerse de productos ecológicos es internet, dado que la baja penetración de estos productos (las compras apenas suponen el 1% del gasto en alimentación) hace que las tiendas físicas no tengan un número tan grande de clientes en su área de influencia como para poder ofrecer mucha variedad. “Con internet rompemos esa barrera de la zona de influencia y podemos montar un supermercado con una amplia y variada oferta de artículos ecológicos que compramos directamente al productor y que se distribuyen a toda España”, señala.

Pero que EcoSpainB2B, ProductosEcológicossinintermediarios y Enterbio hayan apostado por internet para facilitar la compra ecológica no quiere decir que funcionen igual ni que ofrezcan lo mismo. Son muchas y muy variadas la fórmulas que el consumidor ecológico tiene para abastecerse a través de la red.

Compra directa Cada vez son más los productores que venden sus productos directamente por internet. Los pioneros fueron los agricultores porque la fruta y la verdura son más fáciles de transportar, pero poco a poco se han ido sumando empresas cárnicas, productores de aceites, de conservas y de un sinfín de productos más. Disfruta & Verdura, Campos Carne, Ecoviand de Brugarolas o Aceiteecologico.org son algunos ejemplos. Por esta vía, el consumidor consigue un producto muy fresco y sin intermediarios, lo que en principio garantizaría precios más bajos. El problema está en que si cada producto se encarga en un sitio diferente, cada pedido acarrea costes de transporte, lo que acaba encareciendo la cesta de la compra, sobre todo en productos que necesitan conservarse en frío, como la carne y el pescado. Por otra parte, comprar directamente al productor a veces significa adquirir grandes cantidades: lotes con varios de kilos de carne, cestas de varios kilos de fruta y verdura, cajas con varias garrafas de aceite. Para solventar estas posibles desventajas, cada vez son más los consumidores que organizan grupos de compra con compañeros de trabajo o con vecinos para compartir los envíos. Claro que también hay productores que se han ido adaptando a la demanda de los clientes y ofrecen envíos clasificados por el número de personas que viven en el hogar.

Plataformas que unifican pedidos Otra de las fórmulas que el consumidor ecológico encuentra en internet para llenar su despensa son plataformas como Productosecologicossinintermediarios. La ventaja es que uno hace toda la cesta de la compra en una única web y es la empresa la que se encarga de gestionar el pedido de cada artículo al productor correspondiente. El problema continua estando en el transporte, pues aunque se haga un único pedido, cada productor envía directamente su producto y a casa llegarán varios paquetes. Algunas de estas plataformas, como tratan directamente con el productor, también exigen comprar grandes cantidades, pero otras no.

Supermercados Precisamente para unificar y facilitar los envíos han surgido últimamente diversos supermercados ecológicos on line. Ofrecen al consumidor la posibilidad de llenar el carro de la compra en un único sitio, sin cantidades mínimas, y recibir todo el pedido junto, en un solo envío. Los hay de ámbito nacional, como Enterbio, y otros que han restringido su área de reparto para ofrecer transporte propio y así abaratar los gastos de envío, como Elsuperecologico.com en Madrid o Compraecologic.com en Catalunya, por citar dos ejemplos. La política de gastos de envío varía de unas empresas a otras, aunque son varias las que no cobran el transporte a los consumidores más próximos a sus almacenes. La desventaja, dicen algunos, es que ya no se compra directamente al productor, el producto no llega tan fresco, y los costes del intermediario pueden encarecer los precios.

Hipermercados convencionales Otra posibilidad es recurrir a las tiendas en línea de las grandes superficies, que ofrecen una media de 300 referencias de artículos con la etiqueta ecológica y permiten completar la cesta de la compra con productos convencionales. No obstante, su oferta de producto fresco suele ser más limitada porque muchos productores rechazan vender en grandes superficies porque no tienen suficiente producción para abastecerlas, porque han de estrechar sus márgenes y porque saben que su producto perderá frescura, puesto que tardará más en llegar al consumidor y se conservará en cámaras.

Tiendas en línea También muchas tiendas on line de alimentación convencional han creado un apartado de productos ecológicos. La clave, en este caso, es verificar que lo que se encarga tiene la certificación ecológica, pues a menudo en la misma página se mezclan productos convencionales con ecológicos.

Arantxa Eslava, de Ecovalia, asegura que lo habitual es usar varios canales. En su opinión, el consumidor que vive en zonas rurales próximas a los productores suele aprovechar los mercados locales, de proximidad, para adquirir los productos frescos directamente al productor, mientras que para los elaborados o aquellos que cuesta más encontrar recurre a tiendas especializadas de su zona o a internet. En cambio, quienes viven en grandes ciudades suelen abastecerse de productos frescos –sobre todo fruta y verdura– por internet. Coinciden los especialistas consultados en que lo que más se vende en línea son las cajas de fruta y verdura, productos donde el consumidor aprecia fácilmente la diferencia de sabor respecto al producto convencional. Otros artículos de bastante demanda son el aceite, las legumbres y el arroz. Y cada vez más la carne y los huevos. Por el contrario, la oferta de pescado es muy limitada. Por internet puede comprarse trucha, esturión, lubina y dorada de acuicultura ecológica, pero hay poca producción.

Pero más allá de la amplitud de la oferta o del tipo de establecimiento, los expertos creen que los dos grandes frenos a la compra de productos ecológicos por internet son los mismos que para la alimentación convencional: el no poder ver y tocar lo que se compra –sobre todo en el producto fresco– y los gastos de transporte, que encarecen bastante la factura.

Los precios

Una de las razones más habituales que dan los consumidores para no comprar productos ecológicos es su precio. Sin embargo, entre los compradores habituales de este tipo de artículos hay quien relativiza su carestía. “Depende de con qué lo compares; si comparas los 10 o 12 euros por kilo que cuesta un pollo ecológico con los 2 euros por kilo de un pollo normal te parecerá carísimo, pero es que no son el mismo producto; y si lo comparas con un pollo de corral, que se puede parecer algo más, la diferencia de precio ya no es tanta”, comenta Cosme Echanove. Y añade que en el caso de la fruta y la verdura, el hecho de poder comprar directamente al productor hace que a veces resulte más barato que el convencional que ha pasado por muchos intermediarios. El problema, dicen algunos consumidores, “es que aunque el producto sea barato, si has de sumarle cinco o diez euros por el coste del transporte te acaba resultando caro, salvo que adquieras grandes cantidades o compres en grupo para repartir ese gasto”.

¿Quién compra?

El retrato robot del consumidor de productos ecológicos por internet es una mujer, de unos 40 años, con hijos, alto poder adquisitivo, nivel cultural superior a la media y que vive en Catalunya. Y está creciendo la demanda entre los jóvenes con sensibilidad medioambiental, que encargan sobre todo fruta y verdura y artículos para bebés. Los estudios realizados por el Ministerio de Agricultura y Alimentación destacan una serie de rasgos característicos de los compradores habituales de alimentos ecológicos:

- Tienen mayor capacidad de compra por disfrutar de un mayor nivel de renta

- A menudo tienen un alto nivel cultural y formativo

- Son profesionales relativamente cualificados, de edad intermedia y con una familia no muy amplia

- Están sensabilizados con la salud y la seguridad alimentaria y dispuestos a pagar un sobreprecio por unos alimentos mejores

- Algunos compran motivados por concienciación ambiental y de bienestar animal

- Son mayoría los que compran en establecimientos próximos o a través de agrupaciones de consumidores