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Cooperativas vitivinícolas catalanas: innovación para el ahorro de agua y energía

Durante el 2014 la FCAC ha liderado un proyecto de I + D + i en el sector del vino para determinar el estado tecnológico de diferentes bodegas cooperativas desde un punto de vista energético y de consumo de agua y poder definir estrategias que permitan al sector vitivinícola cooperativo minimizar estos consumos. El proyecto se ha realizado en colaboración con la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, siendo el director del proyecto el Dr.Francisco López Bonillo del Grup d'Investigació en Tecnologia d'Aliments (GITA) de la URV, y con el apoyo del Departamento de Agricultura de la Generalitat.

Como es sabido el en el sector los gastos ligados al consumo de energía, especialmente la eléctrica, y el consumo de agua, principalmente durante los trabajos de limpieza de los equipamientos y otros procesos son de una gran importancia de cara a la competitividad del sector.

El abanico de producción de las bodegas participantes ha sido amplio como corresponde a la realidad del sector vitivinícola cooperativo, yendo en cuanto a entradas de vendimia de los 350.000 a 14.000.000 kg de uva. Las bodegas cooperativas participantes se encuentran en distintas DO catalanas, como son DO Penedès, DO Priorat, DO Conca de Barberà, DO Montsant, DO Terra Alta, DO Tarragona y DO Empordà.

Se han tenido en cuenta, las peculiaridades energéticas en los diferentes procesos de elaboración dada la diferente tipología de vinos a elaborar (blancos, tintos, rosados, cavas,...), ya que energéticamente hablando, son muy diferentes los consumos de energía para producir este tipo de vinos, diferenciándose mucho las demandas energéticas en las diferentes etapas del proceso. Además, la comercialización del vino, ya sea en botellas, garrafas, a granel... también tienen diferencias importantes en la demanda energética y en las necesidades de agua.

Se han realizado encuestas in situ en el periodo 2011-2014, para auditar el estado tecnológico de las bodegas participantes, su producción de vino, así como de su consumo energético (electricidad, y / o gasóleo), así como de otras fuentes energéticas alternativas. También se ha realizado una encuesta del consumo de agua. Los datos de consumos se han normalizado en función de la producción anual tanto en kilogramos de vendimia entrada como en litros de vino producido. De esta forma se pueden comparar entre las diferentes añadas de una misma bodega, y entre diferentes bodegas.

Las conclusiones iniciales obtenidas son:

1. El consumo energético por litro de vino producido disminuye con el volumen de producción de la bodega, pero con una tendencia a estabilizarse para producciones superiores a 4.000.000 L de vino.

2. Al aumentar el consumo energético por litro de vino producido, se está aumentando también su huella de carbono.

3. El consumo de agua por litro de vino elaborado, nuestra una tendencia similar al consumo energético, pero esta tendencia no es tan rígida, ya que interviene de manera más directa el factor humano.

4. El coste del consumo de agua, a diferencia del coste energético, es más variable entre bodegas, dependiendo del coste municipal en algunos casos, y de las posibilidades de cada bodega de obtención de agua por otras fuentes diferentes al del suministro por la red municipal.

5. Se intuye que la utilización de diferentes tecnologías como son las resinas de intercambio para la estabilización tartárica del vino y la obtención de energía mediante placas solares, así como un buen mantenimiento en los equipos electrógenos permiten reducciones importantes en el consumo energético, y las consecuentes disminuciones de los costes de elaboración.

Con el trabajo hecho en este proyecto se pueden afrontar nuevas etapas desde poder facilitar una hoja de cálculo que se ha desarrollado para que las bodegas puedan calcular sus consumos en próximas campañas, como sobre todo también la posibilidad de asesorar de forma individualizada cada bodega sobre qué mejoras puede realizar de cara a una mayor eficiencia energética y de su consumo de agua, e iniciar nuevos proyectos de I + D + I dentro del mismo campo y ligados a cada situación y necesidad estratégica concreta.