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Marta García

23/01/14

Crean certificación en agricultura ecológica en Euskadi

El movimiento comparte una filosofía que anhela otros logros además de los contemplados por el Consejo de Alimentación y Agricultura Ecológica de Euskadi, ENEEK y dispondrán de su propia certificación. Entre otros objetivos persiguen la defensa de las condiciones sociales dignas de los caseríos e involucrar al resto de los ciudadanos ajenos al sector y consumidores sensibilizados en la promoción de sus prácticas.

El proyecto iniciado por cerca de 220 productores ganaderos y agrícolas de Euskadi, Navarra e Iparralde recorrerá un camino paralelo al iniciado por el Consejo de Alimentación y Agricultura Ecológica de Euskadi, ENEEK aunque marcando su propio trazado. Los fundamentos de los que fueron pioneros en la defensa de la agricultura ecológica de Euskadi forman parte de la filosofía de este nuevo colectivo pero sus integrantes quieren ampliar horizontes. Su concepto de agroecología engloba otros aspectos que amplian el manejado por ENEEK. “La legislación europea se limita a definir y establecer y vigilar los métodos de producción, las técnicas sobre el manejo, pero nosotros consideramos que lo agroecológico es mucho más que una etiqueta que certifica un producto libre de pesticidas y fertilizantes químicos. Nosotros tenemos en cuenta otros valores. A nuestro entender lo social, lo local, lo ciudadano o participativo, lo artesano y familiar son inherentes a la agricultura ecológica“, explica Aloña González Berue, dinamizadora del movimiento que incide en que no se trata de una separación, ya que la propia ENEEK está dentro del proyecto, sino un complemento a las tareas de los precursores del modelo ecológico en Euskadi, ENEEK.

Por ello estos trabajadores del sector primario decidieron emprender un recorrido simultáneo y compatible al del consejo vasco pero lo harán bajo una nueva marca, EHKO que les distingue. La asamblea constitutiva se celebrará el día 1 de marzo.

Una mariquita roja con las alas desplegadas ha sido el logo elegido por este movimiento para visualizarse y diferenciarse allá donde vayan. “Estamos debatiendo qué certificar. Creemos que es más acertado que el símbolo haga referencia, más que al producto, al caserío”, aclara la portavoz del colectivo.

La nueva asociación trabaja para que la producción, la transformación y la venta queden en manos de la persona campesina y local. Aspiran a conseguir la máxima autonomía para las fincas, a la soberanía alimentaria y a lograr la implicación del resto de ciudadanos ajenos al sector y consumidores sensibilizados en la promoción de sus prácticas. Defienden unas condiciones sociales dignas de los caseríos y pretenden involucrar al resto de los ciudadanos ajenos al sector y consumidores sensibilizados en la promoción de sus prácticas. “Vamos a cuidar mucho la comunicación con los ciudadanos. Queremos integrarles en nuestro proyecto y hacerlo muy participativo. A cada reunión de trabajo le seguirá una acción de comunicación”, explica Aloña González.

De momento trabajan en diez grupos distribuidos por tipo de producción y están integradas dentro del movimiento otras agrupaciones ya en funcionamiento como Biolur Gipuzkoa, Bionekazaritza, BLE, ENEEK y Landare Kontsumo Elkartea.