22/09/14
“El liderazgo de la UE en la lucha contra el cambio climático es incuestionable”
La lucha contra el cambio climático también está en los pequeños gestos, dice Isabel García Tejerina (Valladolid, 1968), ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente desde que Miguel Arias Cañete dejó la cartera en abril para intentar ser comisario europeo. Dice que va por ahí “apagando luces” y que aún recuerda cómo su madre repetía en casa “Aunque usted pueda pagarlo, España no puede”, el eslogan de una campaña gubernamental en plena crisis del petróleo en 1973. Asegura que la Cumbre del Clima de la ONU en Nueva York inaugura un trimestre decisivo para la lucha contra el cambio climático, y cree que España, pese al recorte de su Gobierno a las renovables y normativas como la Ley de Costas está bien preparada para hacerle frente. Recibe a EL PAÍS, el martes pasado, en su despacho, con la condición de hablar únicamente sobre cambio climático.
Pregunta. ¿Qué le parece la fórmula que quiere EE UU para firmar el acuerdo heredero de Kioto: que no se trate de un tratado internacional sino un acuerdo vinculante? ¿Le resta fuerza?
Respuesta. Lo que buscamos en París es que haya acuerdos jurídicamente vinculantes. Tenemos por delante tres citas. La cumbre de Nueva York, donde no se negocia, no hay acuerdos, pero sí compromisos políticos. La UE definirá sus compromisos hasta 2030 en esta materia. Y en Lima tenemos la conferencia de las partes, preparatoria para llegar a París con más países jurídicamente comprometidos con el cambio climático.
P. ¿Cree entonces que habrá más seguridad en el cumplimiento que si es un tratado?
R. Sin ninguna duda. Ese será el gran éxito y la gran diferencia. Hasta ahora nosotros, la UE, asumimos los compromisos, pero realmente no tenemos obligación internacional para cumplir. El cambio climático es una cuestión global. De poco sirve que la UE, que significa el 15% de todas las emisiones, fuera la única que se compromete en reducirlas si no somos capaces de implicar a ese otro 85% de emisiones de gases de efecto invernadero. Cuantos más países nos sumemos a este compromiso de luchar contra el cambio climático la lucha será mucho más efectiva.
P. La Comisión ha marcado los objetivos para 2030, pero muchas voces critican que ha sido poco ambiciosa, por no imponer objetivos nacionales. ¿Está de acuerdo?
R. No hay objetivos nacionales a priori, pero luego se fijarán unos criterios sobre los cuales se asignarán los compromisos a nivel nacional. La reducción del 40% de los gases de efecto invernadero sobre el año 90 es para cada uno de los estados miembros. Será materia de negociación en la UE. Pero tendremos compromisos individuales que tendremos que cumplir.
P. Los ecologistas también critican falta de ambición porque ese 40% podría haber sido más. ¿Está Europa cediendo su papel de liderazgo a EE UU o a China, países que han anunciado medidas destacadas contra el cambio climático?
R. Hasta la fecha es incuestionable el liderazgo de la UE. De hecho, la UE llegará a París habiendo asumido compromisos, cosa que no se puede decir hasta la fecha de ningún otro país u otro bloque económico importante. Pero, sin duda, si hay otras economías que quieren ir más allá, es una noticia positiva. Primero porque el cambio climático es global; la UE sola no puede combatirlo sola, tiene que ser un compromiso de todos. Conforme otras economías que compiten con la UE se vayan implicando, entre todos podremos ir asumiendo compromisos mayores.
P. ¿Cree que será más difícil para España cumplir el objetivo de renovables después del recorte impuesto por su Gobierno?
R. España hoy es el país líder en producción de energía eólica de toda la UE, con lo cual seguimos siendo líderes en materia de renovables. Quiero recordar que fueron dos reales decretos del Gobierno popular de pasadas legislaturas los que inician el despliegue importante en España de las energías renovables, en 1998 y 2004. La importancia que adquiere España en el mundo de la energía renovable se inicia en anteriores gobiernos del PP. Entremedias ha habido una distinta gestión de las renovables que ha dado lugar a un déficit tarifario de más de 35.000 millones de euros que hacían insostenible el sistema. Era necesario cambiar la retribución a las renovables para que el sistema no se cayera. Solo en 2012 se crea un déficit de tarifa de 5.609 millones de euros. Está claro que estos cambios producidos iban a ser los que acabaran con el propio sistema. Se ha cambiado la retribución pero se está apoyando a las renovables a través de las subastas de los derechos de carbono. El 90% va para apoyar a la energía renovable.
P. ¿Qué parte de ese déficit que se ha generado en estos años es directamente atribuible a las renovables?
R. Bueno, al sistema retributivo de las renovables, más que a las renovables, pero yo no soy experta en energía. P. Se discute sobre hasta qué punto son las culpables. R. Hay mucha discusión pero hay que saber sobre el sistema eléctrico y yo eso sinceramente, qué parte es atribuible, no tengo datos. Supongo que en el ministerio de industria los conocerán perfectamente. P. Y usted, como responsable de la cartera de medio ambiente, ¿está de acuerdo con ese cambio retributivo?
R. Estoy de acuerdo con tener un sistema que haga viables las energías renovables. Que no se caiga el sistema porque cada año le cuesta más de 5.000 millones de euros. Estaríamos nosotros mismos matando el sistema. Un sistema sostenible tiene que ser viable. Lo que ha pretendido este Gobierno es lo contrario: dar viabilidad a las energías renovables. Que perduren en el tiempo. Para dar viabilidad al sistema este Gobierno está también pidiendo mejores interconexiones en el sistema eléctrico europeo, que permitirán el desarrollo razonable de nuestras energías renovables.
P. Si no está claro qué parte del déficit corresponde a las renovables, ¿por qué siempre se las cita como culpables?
R. Hasta donde yo sé se han cambiado más cosas, no solo se ha tocado eso. Todo el sistema eléctrico, de distintas maneras, ha contribuido a reducir el déficit de tarifa. A lo mejor ha calado más en la opinión pública el esfuerzo pedido a las renovables. Era tan grande el déficit que es imposible pensar que un solo sector iba a poder corregirlo.
P. Dentro de la lucha contra el cambio climático, ¿cómo se compatibiliza la prevista subida del nivel del mar con la ley de costas que reduce la protección y permite construcciones al lado del mar?
R. Es que nada de la pregunta se corresponde con la realidad. Todo lo contrario. La ley de costas no permite construcción, en absoluto. Tiene una cláusula conocida como antialgarrobico para que otras administraciones, como Andalucía, que autorizaron lo que no se puede autorizar, el Gobierno puede paralizar. No autoriza y evita que otras administraciones puedan hacerlo. Sobre lo ya edificado, lo que permite es hacer inversiones en instalaciones ya establecidas si son en materia de eficiencia energética. Nada en esa pregunta se corresponde con la realidad.
P. Ustedes han ampliado concesiones de construcciones ilegales a 75 años.
R. Pero eso no es una nueva construcción. Es más, si hubiera que destruirlas, imagino que en esa actividad de demolición habría un impacto importante. La ley de costas establece por primera vez un análisis de impacto de cambio climático. Además, el año que viene es la primera vez que un Gobierno va a poner medidas de adaptación al cambio climático, parte de ellas en la costa.
P. ¿Cómo cree que ha sido la política de España en los últimos años con reducción de emisiones? ¿Se podría haber recortado más en lugar de haber gastado 800 millones en comprar derechos de emisión?
R. Son dos políticas distintas. Nosotros queremos combatir el cambio climático reduciendo las emisiones en España. Para nosotros la compra de derechos con un gasto al contribuyente es la última de las opciones para cumplir nuestros compromisos en Kioto. El cambio más importante de estos dos años y medio es que nosotros hemos hecho política nacional de cambio climático, de reducción de emisiones. En planes concretos.
P. Volviendo a Europa y al previsiblemente nuevo comisario español. ¿Cree que vendiendo las acciones en las petroleras Arias Cañete conseguirá que el Parlamento Europeo no vea conflicto interés y apruebe su nombramiento? ¿Ha hecho bien?
R. Si así lo ha decidido, es que es la decisión que debe tomar. Me imagino que igual que para formar parte de un Gobierno tienes unos requisitos de incompatibilidades que tienes que cumplir, para formar parte de la Comisión le habrán dicho cuáles son las incompatibilidades que debe cumplir y las cumplirá.
P. ¿Cree que hubo incompatibilidad en mantener esas acciones mientras fue ministro de Medio Ambiente?
R.Todo el que tenía que conocer las incompatibilidades las conoció, con lo cual efectivamente no había ningún problema de las mismas. No, no había ningún problema.
P. A usted también la han acusado de conflicto de interés por su puesto en Fertiberia. ¿Lo hay?
R. Si yo tengo un conflicto de interés en cualquier decisión, me abstendré. He pedido informe de la abogacía del estado. Antes de ser ministra fui secretaria general y no hubo conflicto de intereses. Si yo los tuviera en alguna cuestión en el consejo de ministros me abstendría y no participaría de esa decisión.
P. ¿El puesto de Arias Cañete es peor del que esperaba el Gobierno español?
R. Si cualquiera coge la hemeroteca de cualquier medio y ve qué es lo que esperaba España siempre encontrará la dirección general de Energía entre las pedidas por España. A energía además le han dado cambio climático. Tiene la cartera que tenía Alemania y la de Dinamarca, en un sector absolutamente estratégico como la energía y algo tan importante como el cambio climático. Y más en el periodo en el cual él tendrá que liderar las negociaciones representando a la UE en negociaciones internacionales. Creo que la trascendencia de la cartera es más que evidente. Miguel Arias tendrá como tarjeta de presentación de comisario el ministro que ha hecho que España cumpla con Kioto. Y que por primera vez hizo política nacional de cambio climático para que la compra de derechos sea el último recurso. Mi opinión personal: creo que pondrá a la UE y la lucha contra el cambio climático su innegable habilidad negociadora, que yo he vivido en primera persona en la Política Agraria Común (PAC). Esto [enseña un artículo impreso] lo publicó la comisaria de medio ambiente en El País. Aquí reconoce la labor de liderazgo de Miguel Arias para desatascar Doha, donde nos jugábamos que hubiera un Kioto 2 o no. Sin haberlo, llegar a París asumiendo nuevos compromisos jurídicamente vinculantes hubiera sido muchísimo más complicado. Sin un Kioto 2 en el cual España, liderado por arias, jugó un papel determinante, las cosas en materia de cambio climático hubieran sido más complicadas.