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Son algunas de las conclusiones del I Congreso Internacional de Aceite de Oliva, ‘Tendencias actuales y nuevos desafíos del sector del aceite de oliva’, que ayer viernes se clausuraba en la Universidad Católica de Murcia, UCAM, una cita que ha contado con una especial relevancia por la trascendencia científica y social de los temas tratados, con la participación de profesionales de primer nivel de diferentes ámbitos, todos ellos con un objetivo en común: superar nuevos retos.

El Congreso se clausuraba con la ponencia del director general de la Federación Española de industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), Mauricio García de Quevedo, quien destacaba la fuerza del sector oleico español en materia de exportaciones, señalando que “este lleva más de diez años creciendo de manera sostenida por encima de la media”. Además, remarcaba, “el aceite de oliva es un actor muy importante de la industria alimentaria, situándose entre las cinco categorías de productos más importantes de este sector, junto a los cárnicos o los vinos”.

Pero pese a ello, García de Quevedo recordaba que el consumo de aceite de oliva en España está más ralentizado que las exportaciones: “Si la industria crece en torno a un 3 al 4 por ciento, las exportaciones lo hacen al ritmo del 6 al 7”. En referencia al consumo en alimentación, aseguraba que “está plano o creciendo moderadamente un 1 por ciento”, matizando que “se está volviendo a recuperar un poco el consumo en hostelería, del 2 al 3 por ciento”.

España, el 45% de la producción mundial

Sobre la situación mundial del sector, en jornadas anteriores, el director ejecutivo del Consejo Oleícola Internacional, Jean Louis Barjol señalaba que España, por sí misma, tiene un consumo interior de aceite de oliva de 500 mil toneladas y una producción, dependiendo de los años, de entre 80 mil y un millón 600 mil. “España representa de media el 45% de la producción mundial de aceite de oliva. Y esto significa que lo que pasa aquí impacta a nivel mundial”, aseguraba Jean Louis Barjol.

Respecto al consumo interior, el director general de la Industria Alimentaria, Fernando Burgaz, señaló en su ponencia inaugural que en los últimos años se ha manifestado un descenso en el consumo de aceite de oliva en España “con un incremento de aceites de menor calidad”, matizando que la situación económica de los últimos años ha repercutido en ello, pero apunta que este no ha sido el único motivo: “Hay que luchar más para que también nosotros mismos nos demos cuenta de la calidad de lo que tenemos”, recomendaba Fernando Burgaz en su intervención, en la que comparaba el sector del aceite de oliva con otros de la industria alimentaria, para mostrar la necesidad de este primero de innovar: “La reflexión que el sector tiene que hacerse es si podemos seguir con las prácticas y las políticas actuales o ha llegado el momento de seguir la onda de otros sectores alimentarios”.