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Blanca Perez

07/04/15

El cambio climático acabará con el aceite de oliva y el vino en España

El cambio climático afectará a sectores clave de la economía española como el turismo o la producción de productos tradicionales como el aceite de oliva, el vino y las naranjas. Esta es una de las principales conclusiones del informe ‘Cambio climático en Europa. Percepción e impactos’, elaborado por el climatólogo y experto del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU Johathan Gómez Cantero, para Equo.

El estudio se sitúa en un plazo de 35 años y en un escenario en el que las temperaturas suban entre 4 y 5Cº de media como consecuencia de las emisiones de dióxido de carbono. Bajo esos parámetros, todos los cultivos habituales de la mitad meridional de la Península y la franja mediterránea se verían “gravemente afectados” en 2050.

Según la investigación, el calor haría prácticamente inviable la supervivencia de las vides en algunas zonas como los valles del Duero, del Guadiana y en Navarra. También la producción de cítricos en la Comunidad Valenciana, cuya economía depende en un 60% de estos productos, podría desaparecer por completo de la región y trasladarse hacia zonas más frías como las faldas de los Pirineos o Centroeuropa. Además, la reducción de las precipitaciones (que el informe cifra en un 16% de media) y la llegada de nuevas plagas y aumento de las enfermedades en cultivos supondrían daños añadidos difíciles de predecir.

“Coincide la bajada del rendimiento en términos generales de estos cultivos con el aumento de las temperaturas y la frecuencia de los fenómenos climáticos extremos. En ausencia de estudios prospectivos específicos de los mismos en relación al cambio climático, podemos decir que todo apunta a que esta tendencia se puede profundizar hasta cuestionar la viabilidad económica de todos ellos”, dice el informe.

Gómez Cantarero prevé que en España, uno de los países más afectados de Europa junto a Portugal, Grecia o Italia, las temperaturas en verano podrían superar los 30Cº de media con olas de calor de 50Cº, generando fenómenos de sequía y lluvias torrenciales mucho más frecuentes que “podrían arrasar muchos espacios construidos en áreas inundables, provocar gran erosión y pérdida de suelos”. Estos efectos tendrán, según el experto, graves consecuencias en la actividad turística, responsable del 11% del PIB nacional. Más allá de las altas temperaturas, el estudio cita otras secuelas menos evidentes, como los problemas de funcionalidad en algunos destinos turísticos por la falta de agua.

Otro impacto serán las oleadas de polvo sahariano en suspensión (habitual en Canarias), pero que se espera que se extienda a otros lugares de la Península, provocando daños directos en la visibilidad y en las vías respiratorias y otros indirectos en los sectores aeronáuticos y de agricultura.

“La población tiene que ser consciente de que es un cambio real. Algunos de los impactos más importantes tienen que ver con productos típicos españoles, por ejemplo, porque además de los cambios ambientales supondrá unos cambios económicos muy importantes. En realidad, no luchar contra el cambio climático es tres o cuatro veces más caro que las medidas que se necesita tomar para frenarlo”, ha dicho el investigador durante la presentación del informe este martes en Madrid.

Equo ha elaborado el documento junto al resto de partidos del grupo de Los Verdes del Parlamento Europeo como parte de la estrategia de cara a la decisiva cumbre del clima que se celebrará a finales de año en París. “Tenemos que ser capaces de romper esta distancia emocional que existe entre el cambio climático y nosotros. Queremos poner la máxima presión sobre los gobiernos, pero en paralelo ser capaces de poner en marcha alternativas ciudadanas”, ha dicho el portavoz de la formación en el Parlamento Europeo, Florent Marcellesi.