23/02/15
El compostaje de residuos orgánicos emite menos gases de efecto invernadero que su almacenamiento
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) es la organización que da las directrices para diseñar la metodología de cuantificación de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por las actividades humanas –o emisiones antropogénicas–. La lucha contra el cambio climático se basa en el conocimiento, la cuantificación y la reducción de estas emisiones.
Sin embargo, investigadores del Centro Vasco sobre Cambio Climático (BC3) y la Universidad Miguel Hernandez (UMH) de Elche han demostrado que los actuales índices de emisión para algunos gases claves como el óxido nitroso (N2O) resultan poco adecuados, especialmente cuando se aplican en los procesos de compostaje de residuos orgánicos. La principal aportación de esta investigación es que ha demostrado que el compostaje de residuos orgánicos emite menos gases de efecto invernadero que el almacenamiento convencional.
El trabajo se ha publicado en la prestigiosa revista Global Change Biology bajo el título “Estudio sistemático de la emisión de gases durante el manejo de residuos sólidos”, y forma parte de la tesis doctoral de Guillermo Pardo, investigador del BC3.
En este trabajo se analiza cómo las diferentes prácticas de gestión y manejo de los residuos orgánicos generan un mayor o menor calentamiento global a través de la emisión de gases de efecto invernadero –como metano u óxido nitroso– o de otro tipo de impactos como la acidificación del suelo ligada a la emisión del gas amoniaco.
En este sentido, la actividad agrícola, a través de la aplicación de fertilizantes de síntesis, la gestión de estiércoles o residuos vegetales así como otras prácticas de manejo y gestión de desechos, produce un impacto muy significativo sobre el cambio climático, cifrado en un rango del 10-25% del total emitido.
El adecuado conocimiento de las repercusiones que las distintas estrategias de manejo de residuos orgánicos tienen para la emisión de estos gases puede facilitar la toma de decisiones que permita reducir su impacto ambiental y a la vez mejorar los sistemas de gestión.
DOS CENTROS DE REFERENCIA INTERNACIONAL
La tesis doctoral que genera esta publicación está codirigida por el Dr. Agustín del Prado, científico del BC3 y coordinador de la Red Remedia (Red científica sobre mitigación de GEI en el sector agroforestal), y por el Dr. Raúl Moral, coordinador de la Red Española de Compostaje y catedrático de la UMH. Ambas instituciones son centros de referencia a nivel internacional.
BC3 es un centro de investigación multidisciplinar formado por más de 42 investigadores. Fue creado en 2008, en el marco del programa BERC del Gobierno Vasco y con el apoyo de la Universidad del País Vasco, para fomentar la excelencia en la investigación a largo plazo de las causas y consecuencias del cambio climático.
El centro ha sido reconocido este año como el segundo más influyente a nivel mundial en el ámbito de la economía y la política del cambio climático, de acuerdo al ranking de Think Tank elaborado por el ICCG (International Center for Climate Change Governance).
Por su parte, el el Grupo de Investigación Aplicada en Agroquímica y Medio Ambiente (GIAAMA) de la UMH, liderado por Raúl Moral, gestiona COMPOLAB, el mejor centro aplicado para el tratamiento de residuos orgánicos a nivel universitario español, desarrollando patentes y bioproductos de alto valor añadido en el ámbito agronómico, contribuyendo al desarrollo de una economía circular y la transferencia de tecnología verde.