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El coworking llega al espacio rural. En concreto, esta modalidad de facilitar el desarrollo de una actividad laboral se ha trasladado a las zonas de mayor arraigo agrícola en España, con el fin de facilitar un espacio de trabajo colaborativo en áreas poco habitadas e industrializadas. El objetivo que persiguen estas iniciativas es favorecer la creación de emprendimientos en torno al ámbito rural.

En este sentido, destaca la labor que llevan a cabo desde La Nave Nodriza, un proyecto pionero a nivel nacional que, además, ha conseguido el 100% de la financiación a días de acabar su primera ronda en su campaña de crowdfunding.

En concreto, esta iniciativa apuesta por el desarrollo y la producción en las zonas rurales, de modo que buscan fomentar las iniciativas de autoempleo y emprendimiento rural en este ámbito, a partir de las cuales se permita crear una vida más sostenible en los pueblos que se encuentran alejados de los grandes núcleos urbanos.

En otro punto de la geografía española, concretamente en Cataluña, el coworking rural también se ha puesto en marcha. En este caso la iniciativa ha estado apoyada por la Consejería de Agrucultura de la región, que a través del proyecto de cooperación Cowocat Rural promueve los emprendimientos en este sector, fomentando a la vez en él el uso de las nuevas tecnologías de la información.

Trabajo conectado

En este caso, el grupo Leader Consorcio de Iniciativas Socioeconómicas de la Ribera del Ebro y la Terra Alta, en Tarragona, es el responsable de la coordinación del proyecto. El mismo presentó la iniciativa en el marco del salón dirigido a pymes y emprendedores BizBarcelona, celebrado en el recinto de Montjuïc de Fira.

En concreto, esta iniciativa busca exportar una experiencia de carácter pionero en esta materia, como es la experiencia de la comarca de la Ribera del Ebro, a otras zonas de la región de modo que se impulse el coworking rural a través de la interconexión entre distintos espacios.