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¿Qué balance hace de estos algo más de dos años de legislatura y cómo enfoca el resto de la misma?

En estos dos primeros años, desde la Dirección General de la Industria Alimentaria, hemos estado fundamentalmente centrados en definir e impulsar cambios de carácter estructural, que consideramos que eran necesarios para incrementar la importancia del sector agrario y la alimentación en la economía nacional. Ello está requiriendo, en algunos casos, definir reglas de juego que ayuden a un mayor equilibrio entre los operadores de la cadena, y, en algunos casos, ajustar las normas de aplicación a la realidad del mercado y las necesidades de las empresas e industrias. Durante el tiempo que queda hasta el fin de la legislatura seguiremos, como hemos venido haciendo, trabajando intensamente, muy de la mano de las organizaciones sectoriales.

Ley de Mejora del funcionamiento de la Cadena Alimentaria, Norma del Ibérico y Ley de Integración Cooperativa. Todas estas normas son algunas de las desarrolladas por su departamento en este tiempo, ¿cuál ha sido la más difícil, en qué situación está cada una y qué espera de ellas?

Las tres normas son posiblemente las de mayor impacto sectorial y mediático, pero ha habido otras muchas que también han requerido un importante esfuerzo y que tienen su importancia, como es el caso del amplio proceso de revisión y actualización que venimos realizando sobre las normas de calidad comercial, de una gran parte de los productos. Esas tres normas ya están publicadas en el BOE y han entrado en vigor. En la actualidad estamos trabajando para completar su desarrollo reglamentario, con el objetivo de que en el menor tiempo posible sean plenamente operativas y empiecen a dar los frutos que todos esperamos. No quisiera parecer muy pretencioso, pero sinceramente creo que si somos capaces de ponerlas en marcha de manera adecuada, pueden suponer un antes y un después, en sus respectivos ámbitos.

Además se ha creado la AICA, ¿qué espera de esta institución? ¿Cree que puede tener un papel importante en el seguimiento de los convenios que están firmando los sectores, como el del aceite de oliva o el lácteo?

La AICA constituye uno de los pilares fundamentales para el éxito de la aplicación de la Ley de Mejora de la Cadena Alimentaria. Se ha constituido para ser la institución responsable del control de las prácticas comerciales entre los operadores de la cadena, lo que significa que la agencia llevará a cabo la labor de investigación e inspección de aquellas practicas que puedan resultar contrarias a las previsiones contenidas en la Ley, e instruir, en caso de que proceda, el correspondiente expediente sancionador. La AICA ya tiene su marco de trabajo definido en la ley, y adicionalmente podrá, en caso de que resulte necesario, intervenir en el seguimiento de los diferentes convenios que se han formalizado en estos años.

Ahora están trabajando en dos leyes, una sobre calidad alimentaria en general y otra sobre las figuras de calidad supra autonómicas, ¿en qué situación están estos trabajos? ¿Piensa que habrá tiempo para que superen el trámite parlamentario antes del final de la legislatura?

Estamos trabajando intensamente en estas dos nuevas leyes con el objetivo de que completen su tramitación parlamentaria en esta legislatura, cuestión que estoy seguro conseguiremos, ya que en ambos casos los proyectos ya están concluidos y se ha comenzado su tramitación administrativa.

A nivel promoción, su departamento es el encargado de realizar esta actividad en el MAGRAMA, ¿qué acciones tiene previstas para este año y en que productos se va a centrar?

En cuanto a las tareas de promoción utilizamos diversos cauces de actuación, que van desde los modelos más tradicionales, hasta los últimos desarrollos que hemos puesto en marcha en estos dos años. Trataremos de potenciar, en la medida en que las disponibilidades presupuestarias nos lo permitan, las nuevas actividades que hemos introducido, consistentes básicamente en reforzar la utilización de las redes sociales y en el modelo de promoción organizado en forma de “Semanas de producto”, que creo está teniendo una buena aceptación y nos permite incrementar el impacto sobre nuestro público objetivo.

A nivel internacional, hay un buen número de productos que en los últimos años se han animado a realizar campañas de promoción internacional. ¿Qué les diría a los sectores para que se animaran y opten por este tipo de promoción internacional para fomentar las exportaciones?

Yo creo que la respuesta a esta pregunta la está dando la propia Comisión Europea, con los cambios que está proponiendo en materia de promoción alimentaria. Es evidente que el futuro desarrollo de la agricultura y la industria alimentaria en Europa estará directamente relacionado con la conquista de nuevos mercados para nuestros productos. Por ello se está trabajando en la modificación del Reglamento de promoción alimentaria, para facilitar a las organizaciones y asociaciones la utilización de las medidas de apoyo existentes y, lo que es más importante, existe la previsión de un importante incremento presupuestario, que supondrá multiplicar por cuatro las actuales dotaciones, en los fondos destinados a la promoción tanto en terceros países, como en los países de la Unión.