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Irene Campos

26/06/13

El Jerte servirá de campo de pruebas para una "cereza electrónica" chilena

La campaña cerecera del Valle del Jerte (Cáceres) servirá de campo de pruebas para la puesta a punto de una "cereza electrónica" diseñada por una empresa de ingeniería chilena cuyo objetivo es estudiar y evitar los numerosos impactos que sufre este fruto durante su paso por la cadena de clasificación. Ignacio Rojas Santelices es un joven ingeniero mecatrónico -disciplina que une las ingenierías mecánica, electrónica, de control e informática- que participa estos días en el VII Simposio Internacional de la Cereza, un seminario que reúne en Plasencia (Cáceres) a unos 250 expertos procedentes de 27 países. Este ingeniero chileno ha viajado hasta la capital del Jerte para presentar a los productores de cereza de todo el mundo el último producto que ha diseñado la empresa para la que trabaja, Aje Visión, dedicada a la fabricación de calibradores de cerezas.

Se trata de un prototipo de "cereza electrónica" -su tamaño es algo menor que una pelota de ping-pong- cuya misión es la de registrar los impactos que sufre el fruto una vez que es introducido en las líneas de procesado.

En declaraciones a Efe, Santelices ha explicado que la producción cerecera de Chile sufre un gran problema ya que los traslados de los frutos, desde que salen del país hasta que llegan a sus destinos internacionales, pueden demorarse más de un mes.

"Antes de siete días desde que la cereza se golpea es imposible ver los daños, pero en ese tiempo la fruta ya está embarcada hacia su destino y, de esta forma, todos los golpes que pude haber sufrido se están magnificado y hace que el cargamento llegue 'machucado' a su destino", ha señalado.

Por este motivo, su empresa ha diseñado una especie de "cereza electrónica", un artilugio que detecta todos los puntos conflictivos de la cadena y permite corregirlos antes de que la cereza pase por la línea de producción, asegurándose así que el fruto no tenga daños.

El dispositivo tiene en su interior un acelerómetro que mide las aceleraciones de los frutos en las líneas de limpieza y envasado, datos que luego son interpretados gráficamente en un ordenador, de tal manera que se pueden obtener conclusiones con respecto al material óptimo que debe recubrir las líneas, la velocidad que alcanza la fruta o las caídas de una cinta a otra.

En principio, la cereza electrónica será usada en las líneas de proceso chilenas pero en un futuro podría ampliarse también al momento de la recogida en el campo.

Ignacio Rojas ha señalado que la intención de su empresa es que el dispositivo pueda estrenarse durante la próxima campaña cerecera de Chile (que dará comienzo en octubre) de ahí que haya contactado con varias empresas cacereñas al objeto de poder calibrar su uso "in situ" durante la temporada de recogida del Valle del Jerte.

La utilización de "cerezas electrónicas" no es nueva para la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte, según ha informado a Efe su presidente, Ángel Prieto. En este sentido, ha recordado que en 2006 dos ingenieros del Departamento de Electrónica e Ingeniería Electromecánica de la Universidad de Extremadura (UEx) crearon una cereza electrónica con el mismo objetivo que el prototipo chileno.

Prieto ha señalado que en aquel año se hicieron varias pruebas de las que no se extrajeron datos concluyentes