20/11/14
El maíz transgénico español que podría salvar millones de vidas en África
La deficiencia de vitamina A afecta a 250 millones de niños y deja ciegos cada año a unos 500.000. Muchos otros mueren de diarreas o infecciones potenciadas por dietas continuas a base de arroz u otro cereal, sin rastro de otros de estos compuestos esenciales. En España, un equipo de investigadores espera aliviar esta enorme carga de enfermedades y mortalidad gracias a otro cereal que han desarrollado con ingeniería genética: el maíz Multinutrient.
La diferencia entre una mazorca normal y otra de este maíz es bien visible: un intenso color naranja debido a que contiene casi 170 veces más de beta-caroteno, el compuesto que da su color a la zanahoria, y que es un precursor de la vitamina A. Gracias a la modificación de sus genes, el nuevo maíz también multiplica su contenido en otros dos componentes de las vitaminas C y B9.
No tenemos intención de hacer dinero con esto, así que esperamos contar con la colaboración de las empresas que puedan tener patentes sobre los genes
“Una ración de este maíz [unos 200 gramos] contiene toda la vitamina A que necesita una persona al día”, señala Paul Christou, investigador en la Universidad de Lérida y líder del equipo que ha desarrollado esta planta. Esa misma ración también aporta todo el folato (un componente de la vitamina C) que necesita una persona y en torno a un 20% del ascorbato (vitamina B9) recomendado, según un estudio publicado en PNAS en 2009.
Hasta ahora se habían producido plantas transgénicas cuyo contenido en una única vitamina se multiplicaba gracias a la manipulación de sus genes. Uno de los más conocidos es el arroz dorado, enriquecido precisamente con el precursor de la vitamina A. Ahora, el equipo español ha llevado esta tecnología un paso más allá al potenciar la que, dicen, es la única planta transgénica que potencia su contenido en tres vitaminas diferentes a la vez.
Christou y el resto de su equipo, de unas quince personas, ha desarrollado este cereal durante nueve años. El transgénico ha recibido un fuerte respaldo por parte de la Unión Europea. En 2008 el investigador recibió una beca del Consejo Europeo de Investigación de más de dos millones de euros para desarrollar la biotecnología necesaria para bombardear el maíz con ADN y conseguir que sus genes multipliquen la producción de vitaminas.
Una vez conseguido, Christou recibió otra ayuda de 150.000 euros del mismo organismo para pasar del laboratorio al mercado. “El problema, claro, es que actualmente no hay mercado para un alimento diseñado para ayudar a personas pobres en países en desarrollo”, resalta este investigador originario de Chipre y que acabó encontrando trabajo y pareja en España.
“Este maíz puede salvar vidas, por eso esperamos que el producto se quede bloqueado por una burocracia regulatoria que no está basada en criterios científicos”
Gracias a la última ayuda de la UE, el equipo podrá dar cuatro pasos claves para que el Multinutrient sea aprobado por las autoridades y se pueda comenzar a consumir en los países que más lo necesitan.
El primero es probar que el maíz es inofensivo en ratones y ver si tiene efectos beneficiosos en nutrición. Estos estudios ya se están realizando en la Universidad de Lérida, señala Christou.
En enero o febrero de 2015 el equipo probará su maíz en personas, comparándolo con variantes normales y otro tipo de alimentos y analizando los niveles de vitaminas en sangre. Los ensayos se harán en la Facultad de Medicina de la Universidad de Lleida y el Instituto de Investigación Biomédica de esa misma ciudad.
El tercer paso será plantar el maíz en campos experimentales para estudiar diferentes aspectos agronómicos y de seguridad. Por último, se va a estudiar si todo el proceso de plantar, cultivar y producir el maíz vulnera alguna patente. Si es así, dice Christou, el equipo intentará que los propietarios no reclamen dinero por tratarse de un proyecto humanitario.
“No tenemos ninguna intención de hacer dinero con esto, así que, como ya sucedió con el arroz dorado, esperamos contar con la colaboración de empresas que puedan tener patentes sobre genes, promotores o cualquier otro aspecto relativo a la producción de este maíz”, señala Christou.
Los ensayos finalizarán en abril de 2015
Los cuatro pasos se completarán en abril de 2015, explica el científico. A partir de ahí serán sus colaboradores en otros países los que tendrán que continuar el proyecto.
Contiene 170 veces más de beta-caroteno, un precursor de la vitamina A, por lo que es suficiente una ración al día
“Alrededor de 12 millones de personas se van a la cama con hambre en Suráfrica cada noche”, recuerda Luke Mehlo, experto en biotecnología de plantas en el Consejo de Investigación Científica e Industrial de Suráfrica. “Un maíz más nutritivo como el de Christou podría reducir de forma significativa la desnutrición en todo el continente”, reconoce.
Mehlo colabora con Christou para comprobar que el maíz cumple con todos los requisitos necesarios para ser aprobado para su plantación en este país, para lo que aún tendrán que hacer ensayos de cultivo. “Nuestro objetivo es conseguir todas las licencias necesarias antes de 2020”, señala Mehlo. Otro proyecto similar está en marcha en India, a través de una colaboración con la Universidad Agrícola Tamil Nadu.
La principal barrera para hacer realidad el potencial de Multinutrient no es científica, resalta Christou. Su ejemplo a seguir, el arroz dorado, sigue sin llegar a millones de personas debido a problemas regulatorios. “Este maíz puede salvar vidas, por eso esperamos que no pase como con el arroz dorado y el producto se quede bloqueado por una burocracia regulatoria que no está basada en criterios científicos”, concluye Christou.