11/12/14
El origen de la Agricultura hace 10.000 años, clave para producir más alimentos
Ahora, una serie de experimentos ha revelado por qué aquellos pioneros de los cultivos herbáceos domesticaron unos cereales y otros no. Los resultados publicados por la British Ecological Society podrían ayudar a los expertos en semillas de hoy en día a mejorar los cultivos del futuro.
Catherine Preece y otros investigadores de la Universidad de Sheffield estudiaron los cultivos de cereales que se originaron en el Creciente Fértil, un arco de tierra en Asia occidental desde el Mar Mediterráneo hasta el Golfo Pérsico, que abarca los ríos Tigris y Éufrates.
Cultivaron versiones silvestres del trigo y la cebada, junto con otras hierbas de la zona para identificar los rasgos que hacen que algunas plantas sean aptas para la agricultura, incluyendo la cantidad de semillas comestibles que producen y su arquitectura.
"Nuestros resultados nos sorprendieron porque muchos cereales que nuestros ancestros consumieron, pero nosotros no, pueden producir tantas semillas como el trigo y la cebada silvestres. Es sólo cuando las plantas se cultivan en alta densidad cuando se manifiesta la ventaja del trigo y la cebada silvestres", dice Preece.
El estudio identificó dos características fundamentales compartidas por el pariente silvestre de las plantas de cultivo actuales. "En primer lugar, tienen semillas más grandes, que crecen en plántulas más grandes y son fiables para obtener la cantidad justa de luz y nutrientes; y en segundo lugar, cuando las plantas son adultas, resultan menos espesas que otras variedades y empaquetan sus semillas en menos tallos. Esto significa mejor posibilidad de competir con especies silvestres creciendo muy juntas en los campos, lo que las hace ideales para las agriculturas.
Los resultados son significativos porque la expansión de la población humana está provocando una creciente demanda de la producción de alimentos. Antes de que aprendieran a cultivar, nuestros antepasados comieron una gran variedad especies herbáceas. Si podemos entender qué rasgos han hecho buenas para el cultivo a algunas de estas especies, podremos buscar esas características en otras plantas y quizás identificar buenos candidatos para una futura domesticación.