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Son muchos los factores que influyen en la evolución de los precios de la tierra, tanto en las destinadas a secano como a las producciones de regadío. Castilla y León ha vivido los últimos cinco años una etapa de altibajos, con descensos en 2009 y más intenso en 2010. Entre los factores que influyen en la evolución y los cambios en el precio de la tierra destacan de manera general las cosechas, la rentabilidad agrícola del terreno, la escasez de oferta en determinadas comarcas, las dificultades de acceso a los jóvenes a nuevas explotaciones y la PAC, un factor, este último, determinante que ha influido en el aumento del precio y en la escasa movilidad que se produce en el cambio de propietarios de terrenos de cultivo.

Sin embargo, en los dos últimos años se ha producido una recuperación en el valor de la tierra en Castilla y León, con una media regional que el pasado año alcanzó el precio más alto del último decenio. Según los datos de la Consejería de Agricultura correspondientes a 2012, en tierras destinadas a secano, el precio medio de la Comunidad se sitúa en 5.071 euros la hectárea, con variaciones significativas entre los 7.142 euros que cuesta una hectárea en la provincia burgalesa y los 2.681 de León. Valladolid se sitúa en el segundo puesto con 5.979 euros, con 5.020 euros Salamanca, Ávila con 5.000, Palencia y Segovia con 4.800 y Soria con 4.765.

Significativa es también la tendencia en el precio de las tierras de regadío, con subidas consecutivas a partir del año 2006, cuando la hectárea se recuperó tras las caídas de los dos años anteriores. A partir de ese momento, la evolución ha sido al alza hasta los 10.740 euros de media que se pagan en Castilla y León por una hectárea de regadío. Como ocurre con las tierras de secano, las diferencias entre provincias y en función de la productividad son notables. Salamanca rompe la media con 13.225 euros la hectárea, seguida de Burgos con 12.402, Palencia con 12.100, León y Valladolid con 10.700, Segovia con 8.300, Zamora con 7.700 y por último Ávila, donde la hectárea se paga a 6.800 euros.