19/10/15
El sector del azúcar se prepara para el fin de las cuotas en el año 2017
En Acor, una de las dos empresas que transforma en España la remolacha en azúcar, trabajan ya en varios frentes para preparar a sus socios y a la cooperativa para la desaparición de las cuotas en 2017 y evitar, mediante la reducciónde costes y la mejora de la productividad, que una intensificación de la caída precios que se registra desde hace años en este producto ponga en peligro la viabilidad de la industria y del cultivo. Uno de ellos es el agronómico, y junto con los agricultores están buscando energías alternativas para ahorrar en el coste del riego, uno de los insumos que más lastra la competitividad del cultivo. "Trabajamos para reducir en la cuenta de resultados del agricultor el impacto del coste del riego apostando por la combinación de varias energías alternativas: eólica, solar y eléctrica", explica Esteban Sanz, jefe del Servicio Agronómico y de Cultivos de Acor. Sin salir de este área, también se trabaja junto a las principales casas de semillas en la mejora genética de las variedades. "Se está haciendo un esfuerzo conjunto muy grande en investigación y desarrollo, lo que está posibilitando que los rendimientos crezcan de media todos los años un 2 por ciento". En este campo todavía hay margen de mejora, sin contar las posibilidades que abriría si se pudiera sembrar remolacha OGM, algo que la UE no permite por ahora.
Acor lleva también tiempo preparando su fábrica de Olmedo. Constantemente se han realizado inversiones para reducir de forma considerable el consumo de energía y que esta planta sea cada vez más competitiva a la hora de producir azúcar. "La última ha sido el nuevo difusor que ha supuesto unos 14 millones de euros". Un ejemplo de esta constante carrera en busca de la efectividad es que Acor ha pasado en poco tiempo de tener una capacidad de molturación de 6.000 a 14.000 toneladas. "La apuesta de los socios y el Consejo Rector es seguir apostando por la remolacha. Nuestro cupo actualmente es de 120.000 toneladas, pero nuestro objetivo para 2017 es alcanzar las 180.000 toneladas", dice Sanz.
"Mejor que los franceses"
La alta productividad de los agricultores españoles es una de las principales bazas ante el nuevo escenario. Por ejemplo, en Acor los rendimientos este año estarán entre las 105 y las 110 toneladas de media. "Muy por encima de los remolacheros europeos y nuestros principales competidores, los franceses, que rondarán las 90 toneladas", señala Sanz.
Para Azucarera, la otra transformadora, el fin de las cuotas supone para el sector remolachero azucarero un reto y una oportunidad de crecimiento. El nuevo Acuerdo Marco Interprofesional (AMI), firmado con Asaja, UPA y Coag eel pasado año, va a definir la relación de la industria con los cultivadores para los próximos cinco ejercicios, proporcionando un escenario de estabilidad y diálogo entre agricultores e industria hasta 2020. Azucarera confía en que este marco contribuirá a potenciar la competitividad del sector y al aprovechamiento de las oportunidades que brindará un mercado abierto.
En este sentido, Azucarera ha realizado en las últimas semanas cambios en la organización de su estructura agrícola para mejorar la eficacia y el servicio al remolachero durante todo el ciclo del cultivo. Salomé Santos, nueva directora agrícola de la empresa, señala que "el agricultor debe estar en el centro de la estrategia agrícola y entender sus necesidades debe ser una prioridad para Azucarera. Tenemos que mejorar nuestro servicio y estar todavía más cerca del campo, priorizando tareas y centrándonos en aquellas actuaciones que aportan valor al cultivo y lo hacen más competitivo. Para ello, nuestros técnicos de campo y Aimcra jugarán un papel clave. Sólo así conseguiremos superar con éxito el reto que supone el fin de las cuotas y la sostenibilidad del sector, más allá de 2020".
A nivel institucional, los movimientos también han empezado. Milagros Marcos, consejera de Agricultura de Castilla y León, comunidad que aglutina el 70% de la producción de remolacha azucarera, ha emplazado al presidente de Acor, Carlos Rico, y al consejero delegado de Azucarera, Juan Luis Rivero, a crear una comisión de trabajo en busca de medidas que eviten vaivenes en el sector con la desaparición de las cuotas. La idea es establecer mecanismos que ahorren los costes energéticos de los agricultores, muy superiores a los de los países europeos donde no hace falta regar tanto.