06/01/15
El vino a granel se desmarca del vino peleón
Al hablar de vino a granel, la primera imagen que se le viene a la cabeza al consumidor medio suele ser la de un tetrabrik del súper con vino barato de mala calidad. Un estereotipo contra el cual se conjuraron más de 250 bodegas de los cinco continentes en la sexta edición de la 'World Bulk Wine Exhibition', la feria mundial de vino a granel que tuvo lugar en Amsterdam entre los días 23 y 25 del pasado mes de noviembre.
La cita holandesa ya se ha convertido en la principal referencia para un sector que genera más de 2.000 millones de euros al año. Este evento anual, creado en 2009 para responder a las nuevas necesidades de un mercado en expansión, no ha parado de crecer desde su primera edición, ya sea en número de empresas participantes o en número de asistentes. Sin embargo, de lo que más presume la empresa organizadora, Pomona Keepers, de origen manchego, es del carácter internacional que ha adquirido la feria con el paso de los años. "Esto empezó siendo una cita en la que predominaban las empresas españolas. Ahora vienen bodegas de todo el mundo que se suman a las nacionales, que mantienen su presencia", asegura la directora de la feria, Otilia Romero de Condés.
En el mercado del vino a granel - como en el del vino en general - Francia, Italia y España acaparan la mayor parte del sector. En términos de producción, la primera región granelista del mundo es Castilla-La Mancha con más de 20 millones de hectolitros anuales, lo que roza el 10% del granel mundial. Por eso, a la cita de Amsterdam acudió la consejera regional de Agricultura, María Luisa Soriano, para apoyar a sus productores, ya que La Mancha es "el mayor viñedo del mundo. El sector ha hecho grandes esfuerzos y esta feria es una ocasión única para mostrarle al mundo la gran calidad que tiene el vino de nuestra región".
En busca de la 'calidad'
Precisamente, la palabra "calidad" fue probablemente la más repetida en Amsterdam, donde en sólo tres días se concentró un mayor número de contactos y operaciones que durante el resto del año, tal y como afirmaron los protagonistas de un mercado que reclama un foco de atención totalmente diferenciado del negocio tradicional del vino embotellado. "Lo que demuestra esta feria es que hay dos mercados de granel. Está el que se produce entre los propios productores y países competidores, que es barato y para cubrir necesidades. Pero el interesante aquí y el que crece a nivel mundial es el que se denomina granel sólo por cómo se transporta, pero no por la calidad del vino", explica el director del Observatorio Español del Mercado del Vino, Rafael del Rey, en referencia a los caldos exportados a grandes potencias económicas con mucho consumo y escasa o nula producción, caso de Rusia, China, Estados Unidos o Reino Unido.
El transporte es, en efecto, uno de los principales factores que invita al comercio del vino a granel. Lo es en destinos más lejanos que requieren transporte por vía marítima, pero también en países más cercanos de Europa, como Alemania, Holanda o el Reino Unido, donde la gran mayoría de las marcas propias de vinos de distribución también provienen del granel. Además, el sector destaca que desde hace unos años, además de ser más barato, también influye el punto de vista medioambiental que a menudo resaltan las propias marcas como valor añadido de sus vinos.
Entre los casi 6.000 visitantes que acogió la feria, destacaron los compradores de los países con escaso viñedo, pero con amplio margen para aumentar el consumo doméstico. "Nos dedicamos a la distribución de un producto que no tenemos, así que tenemos que venir a buscarlo aquí", explica un comerciante asiático. En este sentido, el auge espectacular de las exportaciones y de los precios que ha conocido el vino a granel en los últimos años se debe precisamente al ánimo de empresas extranjeras por dominar los canales de distribución del vino con costes más baratos. Por eso, una de las preguntas que se plantean desde el observatorio nacional del vino es si empresas españolas no podrían emular a otras extranjeras estableciéndose directamente en el mercado de destino. "Si se pusieran las pilas a nivel tecnológico para destinos lejanos donde el coste de transporte pueda ser más importante, podría ser muy interesante", afirma del Rey. No en vano, muchas bodegas y empresas ya lo piensan y alguna lo hace ya desde hace años, pero desde el sector aseguran que ahí existe todavía un gran pastel que repartirse.
Premio a un vino anónimo
Una de las principales características del vino a granel es la posibilidad que le otorga a los importadores de darle la última pincelada en términos de presentación y, por lo tanto, una identidad a un tipo de vino que, por su naturaleza, tiene un carácter anónimo. Un aspecto del negocio asumido por los propios productores. "Creamos un producto al que luego se le coloca otra etiqueta, a menudo extranjera", asegura Ángel de la Vara, creador del vino que se llevó la Gran Medalla de Oro del concurso 'World Bulk Wine Competition', celebrado el primer día de la feria. Con el nombre 'Dark Sweet Liquor Wine', este vino dulce de Mamerto de la Vara que resultó ganador fue presentado con los restos de una partida hecha a medida para una empresa de Suiza al que la bodega valenciana ha preferido no seguir la pista. Sin embargo, "no es ninguna frustración que otros se luzcan con nuestra elaboración. El negocio del granel no tiene nada que ver con el clásico y somos conscientes de ello", asegura el productor.