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Miguel Lorenzo

05/02/15

En 2015 la alimentación será motor de crecimiento de la economía española

Alimarket: Después de un año poco movido en lo organizativo en Fiab, ¿cómo ha encontrado la Federación?

Mauricio Díaz de Quevedo: Me incorporé el 3 de noviembre a Fiab y lo que me he encontrado es un equipo directivo y un equipo técnico muy cualificado y muy comprometido con los intereses de la industria. Y 46 asociaciones muy sectoriales, cada una con sus intereses, pero que todas se aglutinan en dotar a la Fiab de la representatividad necesaria para defender los intereses de la industria de manera global. En diciembre tuvimos una asamblea, de la que salió el nuevo Consejo de Dirección con un 97% de apoyo, con lo cual yo creo que estamos en unas bases fantásticas para hacer de 2015 un año importante para la industria.

A: ¿Cuáles son sus objetivos para la dirección general de Fiab?

M.D.d.Q: En principio seguir trabajando con las líneas de actuación fijadas en el Marco Estratégico, que se aprobó a principios del año pasado, con el apoyo del Ministerio de Agricultura y de los colaboradores estratégicos. Tenemos que impulsarlo en 2015 para conseguir los objetivos que allí nos marcábamos, que de manera resumida son, hasta el año 2020, crecer un 4% de manera sostenida en el tiempo, generar 60.000 empleos y conseguir que las exportaciones pasen del 25% actual de la producción al 40%. Bajo esas tres premisas que son de carácter macroeconómico, hay muchas iniciativas que el equipo directivo de Fiab junto a las asociaciones y las empresas tenemos que poner en marcha para conseguir esos objetivos.

A: ¿Cómo evalúa el ejercicio 2014 para el sector?

M.D.d.Q: Ha sido un año positivo. La industria de alimentación y bebidas, que es la industria más importante de este país, ha contribuido de manera importante a la recuperación económica. Representa más de 90.000 M€ de facturación, transforma el 70% de la materia prima española y genera más de 400.000 empleos. Y sobre los datos de 2014, según la primera prospección del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, el Índice de Producción Industrial ha crecido en torno a un 2,6%, con lo cual estaríamos por encima del 1,4% que ha crecido el PIB español. Y en cuanto a generación de empleo también ha sido un año muy positivo para la industria, hemos crecido un 1,6% en afiliados a la Seguridad Social, estamos en 380.000; y según la Encuesta de Población Activa -que sabemos que es una encuesta, pero que se utiliza de manera habitual por los analistas- hemos llegado a 480.000 empleos y hemos crecido un 8%. Estos datos son los mejores desde 2005.

En exportaciones, también hemos tenido un año muy bueno. Hemos incrementado las exportaciones un 5,5%, llegando hasta los 23.500 M€, con una balanza comercial positiva también.

A: En el marco estratégico se definen cuatro retos. Los repasamos si le parece bien. Eficiencia, que entiendo que es el apartado en el que más han avanzado las compañías durante la crisis, ¿no?

M.D.d.Q: Estoy de acuerdo en que las empresas han hecho ese ejercicio de manera recurrente. Nosotros desde la industria de alimentación y bebidas lo que hacemos es que, los cuatro dinamizadores que nos hemos dado -eficiencia, creación de valor, internacionalización y dinamismo- llevar a cabo 35 iniciativas, muchas de las cuales comenzarán a verse sus frutos en 2015 y el resto se verá un poco más a largo plazo.

A: En el apartado de valor añadido, sin embargo, 2014 fue un año complicado, marcado por la deflación. ¿Qué valoración hacen de este comportamiento del mercado?

M.D.d.Q.: Ha habido una bajada del precio del petróleo muy importante y eso ha posibilitado una reducción de costes que se han repercutido en precio sin alterar los márgenes. Por lo tanto la deflación no ha impactado necesariamente en la creación de valor. Y luego está el valor que se genera por alguna serie de prácticas o por una serie de dinamismos del mercado que la Ley de la cadena alimentaria intenta corregir y que, esas sí, son más de estructura de valor. Creemos que con la ley y el código de buenas prácticas en el que se está avanzando, con la AICA, se está intentando corregir esa segunda parte de la creación de valor y que la cadena esté más equilibrada.

A: ¿Qué valoración hacen de estos primeros meses de la Ley de la Cadena Alimentaria?

M.D.d.Q.: Creemos que fue una iniciativa valiente por parte del Ministerio, que supo ver la relación de desequilibrio que había en la cadena alimentaria. La ley va completamente en la dirección adecuada y ahora está dando sus primeros pasos, la AICA ya ha hecho 1.800 inspecciones este año. Ahora tenemos que negociar el código de buenas prácticas, que es importante para solucionar problemas como el de la innovación en España, la industria no consigue la distribución ponderada suficiente de su innovación y hay que luchar en esos términos, y trabajar en otros aspectos para maximizar ese marco regulatorio a favor de equilibrar la cadena. Pero nosotros somos optimistas.

A: España sigue a la cola de Europa a la hora de situar la innovación en los lineales. ¿Cuál es la demanda de Fiab en este sentido?

M.D.d.Q.: Innovación no es la emisión de un nuevo código EAN o de un nuevo packaging, nos referimos a innovación real, potente. Y ésa, por los estudios que manejamos, consigue una distribución ponderada en torno al 25%. Eso crea un círculo vicioso: no puedo innovar porque no la puedo dar a conocer a mis consumidores, por lo tanto no invierto en innovación. Y yo creo que nadie duda que la innovación es clave en cualquier sector de la economía. Por lo tanto, nosotros lo que pedimos es aprovechar la oportunidad que nos da la Ley de la Cadena Alimentaria, con el código de buenas prácticas, para conseguir que la innovación sea atendida por todos los miembros de la cadena alimentaria, y consigamos una representación de la innovación importante, similar a la que se consigue en otros países de Europa.

A. Y en cuanto a lo que sería protección de esa innovación, ¿qué se puede hacer para avanzar en esa línea?

M.D.d.Q.: También en la Ley de la Cadena Alimentaria y a través del Código del que estamos hablando, se habla de buscar maneras de proteger esa innovación y asegurarse que no hay una competencia desleal o un aprovechamiento ilícito de la innovación. Creemos que en ese marco también se puede producir esa protección.

A: Porque lo que es cierto es que los ciclos de vida de los productos son cada vez más cortos...

M.D.d.Q.: Esa es la velocidad a la que hoy en día funciona todo. Si vemos otras industrias, la tecnológica o de los smartphones, todo va a una velocidad tremenda, pero eso genera riqueza. El problema no es la velocidad, es gestionar los mecanismos para que la innovación tenga lugar en los mercados. Si eso se produce es un círculo virtuoso: innovación, valor, inversión, trabajo...

A: Una de las buenas noticias que ha tenido de manera recurrente la industria en los últimos años ha sido el avance de su internacionalización. Y el objetivo para 2020 es ambicioso (el 40% de toda la producción a mercados exteriores. ¿El objetivo para los cinco próximos años es abrir nuevos mercados fuera de la Unión Europea?

M.D.d.Q.: En 1998 el 15% de la producción de esta industria se exportaba, y hoy es el 25%. Por lo tanto, la evolución que ha seguido ha sido muy importante y yo soy optimista de cara a ese objetivo del 40%. Para llegar a esa cifra tenemos que actuar en varias vías. La primera, nuevos mercados. Hemos hecho una lista de mercados prioritarios y estamos evaluando Asia y América, cinco mercados donde poner bien los recursos y conseguir maximizar las oportunidades. La segunda es creación de marca, la marca España, es importante que se asocie la industria de la alimentación española con productos de alta calidad. Además, tenemos el trinomio alimentación, gastronomía y turismo, muchos millones de visitantes de todos los países del mundo, que se llevan una magnífica impresión de nuestra gastronomía.

A: El ámbito de la internacionalización tiene peligros como el que se ha visto en Rusia en 2014. ¿Cómo ha actuado el sector y que grado de protección han tenido por parte del gobierno y de la Unión Europea?

M.D.d.Q.: El sector ha demostrado una gran flexibilidad y agilidad para poder haber seguido creciendo y generando una balanza comercial positiva. Los políticos han estado muy preocupados por la situación, han dado su apoyo a la industria y ha sido un trabajo conjunto muy positivo para intentar minimizar el impacto del cierre de ese mercado.

A: Llevamos unas semanas en las que se están reactivando los procesos de fusión y adquisición, pero el tamaño medio de la empresa alimentaria española sigue siendo demasiado pequeño...

M.D.d.Q.: Sigue siendo pequeño. De las 25.000 compañías que tenemos censadas, el 90% son pequeñas y medianas empresas. Creo que fomentar asociaciones, uniones, generar músculo y dimensión es algo que sería bueno y redundaría en beneficio de todos. Hay que generar los mecanismos para facilitar esa transición. Algunos son financieros y creo que están puestos por parte de las autoridades, otros son de tipo cultural, facilitar puntos de encuentro. Y la Fiab se compromete a desarrollar iniciativas en ese ámbito.

A: 2015 va a ser un año peculiar para España, con cuatro procesos electorales. ¿Hay preocupación en el sector por la inestabilidad política?

M.D.d.Q.: El sector tiene siempre la responsabilidad de analizar el entorno para asegurarse que sus intereses están bien defendidos y que la senda de crecimiento que hemos iniciado no decaiga. La reflexión que hacemos desde la industria es que 2015 va a ser positivo en sus datos macroeconómicos y eso va a favorecer que la industria sea, otro año más, motor de crecimiento de la economía. Y luego esperamos que la sociedad española tome sus decisiones, decida quien son los responsables que van a liderar desde las administraciones públicas este país, y como siempre, con un afán de colaboración y un afán de hacer crecer la economía y de generar empleo, tendrán un socio en la Fiab, sea quien sea que nos gobierne en ese momento. Mi reflexión es que no caigamos en un escenario de difícil gobernabilidad.

A: Cuando en España se habla de los grandes sectores económicos aparecen la automoción, en su momento la construcción, el turismo... pero la Alimentación normalmente se queda fuera de la agenda.

M.D.d.Q.: Tenemos que hacer un gran ejercicio de comunicación del que es el primer sector industrial de este país. Llevo toda mi vida profesional vinculado a la alimentación y es un sector apasionante, muy competitivo, donde hay una gran responsabilidad porque la seguridad alimentaria es clave. Es un sector impresionante desde el punto de vista de los datos económicos, pero es verdad que existen industrias que tienen mayor eco social que la nuestra y vamos a trabajar para poner la alimentación en valor.