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El verano, sin lugar a dudas, es la mejor época para disfrutar de una gran variedad de frutas y verduras de temporada, pero el que opte por su "versión ecológica", es decir, alimentos libres del uso de productos químicos de síntesis, tiene ante sí un momento óptimo para consumirlas a buen precio.

"El huerto eco está en plena producción y podemos encontrar mucha variedad tanto de hortalizas (tomates, pimientos, berenjenas, pepinos, calabacines, lechugas...) como de frutas (melocotones, ciruelas, manzanas, peras, melón, sandía...)", señalala secretaria general de la Asociación Vida Sana, Montse Escutia.

Quien además destaca que "al ser una producción de temporada los precios son más asequibles", ya que resalta que cada vez son más fáciles de encontrar en mercados municipales, además es una época en la que proliferan mercados agroecológicos que se celebran por prácticamente toda la geografía española.

En las grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia ya existen fruterías 100 % ecológicas, según Escutia, que apunta además a las cooperativas de consumidores ecológicos o grupos de consumo como otra opción en la que encontrar buenos precios o "incluso la venta on-line".

Aunque no hay datos oficiales que confirmen la proliferación de estos grupos de consumidores es un hecho constatado en muchas zonas, así por ejemplo en Asturias, autonomía en la que la práctica totalidad de la producción ecológica se consume en el mercado interno, verifican esta situación.

El director técnico del Consejo de Consejo de Producción Agraria Ecológica de Asturias (Copae), Carlos Nuño, señala al respecto que en el Principado hay cada vez más consumidores y productores ecológicos que crean redes alimentarias alternativas a través de estos grupos de consumo.

Además, es una forma de organización que, destaca Nuño, que permite a agricultores y ganaderos ecológicos conseguir unas cotizaciones más justas para sus productos y a los consumidores pagar unos precios más ajustados.

De esta forma, se contribuye también a fomentar el comercio local, el consumo de productos de proximidad -vocación natural de los productos ecológicos- y a dinamizar la economía rural.

De esto saben mucho, empresas como Hortec, la primera y única cooperativa no sólo de Cataluña, sino también del territorio español, que reunió agricultores ecológicos de manera exclusiva, con una clara vocación, atender la demanda de los consumidores locales.

Desde hace ya más de 20 años, Hortec apostó por el mercado interno, cuando la vocación de muchas empresas era exportadora -aún hoy alrededor del 90 % de la producción ecológica española tiene como destino los mercados internacionales-.

La portavoz de Hortec y miembro de la gerencia de esta cooperativa, Núria Cantí, también hace hincapié en que, en líneas generales, cuando hay productos de temporada los consumidores pueden aprovecharse del mejor precio de frutas y hortalizas, porque "hay variedad y cantidad de nuestros propios huertos" ecológicos.

En este sentido, constata a Efeagro que no sólo mercados municipales, que ofertan productos orgánicos, o los grupos de consumo son una opción interesante, sino que, sobre todo en Cataluña, hay cada vez más tiendas que venden alimentos ecológicos.

Desde Hortec abastecen a una importante red de establecimientos que ofrecen todo el año un gran surtido hortofrutícola ecológico procedente de agricultores socios y productores del entorno, según Cantí.

Cuando ya no hay producción en su ámbito acuden, primero, a comunidades limítrofes (Aragón o Comunidad Valenciana) y después a otras zonas productoras ecológicas de España.

No obstante, no queda otra que importar otros productos bio más exóticos como por ejemplo piña o aguacate o frutas como manzana o pera que "estamos muy acostumbrados a tener siempre en la cesta de frutas de nuestras casas", pero que, durante unos meses, no queda siquiera en el mercado europeo y es preciso acudir a la importación de Chile o Argentina para atender esa demanda.

Cantí resalta, sin embargo, que los mejores precios y el mayor surtido de variedades, están en los alimentos ecológicos de proximidad, con los que se contribuye además a dinamizar el mundo rural.