09/06/13
Ensayan con nuevas mallas para proteger el cultivo del peral del granizo
La red de campos experimentales agrarios de La Rioja ha incorporado un nuevo ensayo que permitirá comprobar la efectividad del uso de mallas antigranizo en el cultivo del peral y también la viabilidad económica de la instalación en su vida útil. El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Íñigo Nagore, ha visitado hoy en Entrena la parcela que ya acoge las redes técnicas de protección que han supuesto una inversión de 13.500 euros, que se financian a través de la línea de ayudas establecida por el Gobierno de La Rioja.
Nagore ha agradecido al joven agricultor de Entrena, Ignacio Marcial, su colaboración para poner en marcha, con el apoyo técnico del Servicio de Investigación y Desarrollo Tecnológico Agroalimentario (CIDA), una experiencia única en la comunidad autónoma después de que hace varios años se probaran algunos sistemas de protección en frutales en Rioja Baja. “La implicación de los agricultores es imprescindible para poder innovar tanto en las técnicas de producción y con ello mejorar la competitividad y rentabilidad de las explotaciones riojanas”. El ensayo tiene una duración de cinco años.
En el recorrido por la parcela, que tiene una superficie de 0,6 hectáreas dedicadas al cultivo de pera conferencia, el consejero ha estado acompañado por la directora de Desarrollo Rural, María Martín, y Juan María Pareta, fruticultor y gerente de la empresa Novafrut, responsable de la instalación de la malla y con amplia experiencia en este tipo de coberturas.
La seguridad que aporta una instalación de estas características para garantizar la comercialización y calidad del producto, unido al ahorro de costes que ocasionaría la pérdida de una cosecha dañada por el granizo y otros fenómenos meteorológicos adversos como el viento, son dos de los aspectos a valorar. No obstante, las mallas protectoras suponen también una inversión que puede oscilar entre los 15.000 y 18.000 euros por hectárea y los especialistas aseguran que puede amortizarse en un plazo de diez años.
La Rioja ha consolidado en los últimos cuatro años una red de 20 parcelas con ensayos agrarios de 11 cultivos. Estos campos de ensayo, dirigidos desde la sección de Experimentación del CIDA, se han convertido en una herramienta necesaria para agricultores, técnicos e investigadores al favorecer la transferencia de técnicas agroalimentarias y la puesta en marcha de nuevos cultivos.