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Aecoc puso en marcha el año pasado el proyecto “La Alimentación no tiene desperdicio, aprovéchala” para aunar los esfuerzos e intereses de todos los agentes de la cadena y encontrar soluciones comunes, que además sumen eficiencia al sector, que cuenta con el apoyo de más de 225 empresas, las principales asociaciones y administraciones públicas.

En el I Punto de Encuentro Aecoc Contra el Desperdicio Alimentario, del que Corresponsables fue el único medio de RSE y Sostenibilidad colaborador, se analizaron las claves para evitar el desperdicio en toda la cadena de producción y suministro.

La secretaria general de Agricultura y Alimentación del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), Isabel García Tejerina, explicó que “una tercera parte de los alimentos que se producen a nivel mundial no se consumen, lo que supone que se desperdicien 89 millones de toneladas alimentos al año en el mundo, o lo que es lo mismo 179 kilos año por personas. Por eso, desde el Magrama hemos puesto en marcha la Estrategia "Más alimento, Menos desperdicio”. Esta estrategia se enmarca dentro de las políticas de sostenibilidad promovidas por este Ministerio y que tiene como finalidad fomentar la trasparencia, el diálogo y la coordinación entre los agentes de la cadena alimentaria y las Administraciones públicas y desarrollar de manera organizada, coordinada y estructurada, actuaciones comunes que contribuyan a un cambio real en las actitudes, procedimientos de trabajo y sistemas de gestión de todos los agentes de la cadena, que permita limitar las pérdidas y el desperdicio y reducir las presiones ambientales.

García Tejerina aseguró que "los desperdicios se producen en toda la cadena alimentaria: producción, transformación, venta y hogar, por lo que todos tenemos un compromiso contra el desperdicio alimentario”.

“Alemania es el país que más alimentos desperdicia de Europa, siendo España el sexto, con 8 millones de toneladas, lo que supone que cada español desperdicie 1,3 kilos de comida a la semana, algo contra lo que tenemos que actuar”, afirmó García Tejerina, quien apuntó que sólo el 20% distribuidores entrega alimentos que están cercanos a su caducidad a los bancos alimentos, “porcentaje que debe de crecer”.

Según la Comisión Europea, del total de producto desperdiciado, el 35% se genera en la parte productiva, el 5% en la distribución, el 14% en la hostelería y restauración y el 42% en el hogar. El europarlamentario Andrés Perelló ha incidido en la necesidad de abordar medidas concretas en este ámbito como la información y el envasado, medidas preventivas, gestión de excedentes y restos, medidas sobre la cadena de valor, medidas medioambientales y medidas de emplazamiento para sobrantes. Y es que la Comisión Europea se ha marcado como objetivo una reducción del desperdicio alimentario del 50% de aquí a 2025. En opinión de Perelló, también sería necesario la elaboración de una Recomendación a los Estados Miembros para prevenir el desperdicio alimentario en todos los procesos de la cadena de valor, una propuesta similar al decálogo de buenas prácticas impulsado por Aecoc.

ENFOQUE 360º

Frenar el desperdicio exige la colaboración entre las diferentes partes de la cadena de valor, pero también de la colaboración interdepartamental dentro de las compañías. El director de Relaciones Institucionales, Asuntos Regulatorios y Sostenibilidad de Leche Pascual, Óscar Hernández, explicó la estrategia de la compañía que analiza cada etapa productiva buscando áreas de mejora. “Trabajamos mano a mano con nuestros proveedores para mejorar en productividad, seguridad, calidad y eficiencia, porque todo lo que ocurre en esta primera fase repercute en la toda la cadena productiva hasta el productos final”, comentó Hernández, quien indicó que “si cuidamos la cadena de producción abarataremos los costes”.

Ana Bolet, responsable del Departamento de Clientes de Caprabo, explicó el proyecto de microdonaciones a organizaciones vecinales y locales que necesitan los alimentos y que desde hace dos años realiza cada una de las más de 360 tiendas de la compañía. Durante 2012 se donaron un total de 7,5 millones de comidas y se minimizaron los os residuos en 3.775 Tn/CO2.

Remi Sanz, director de Comunicación de Matarromera, detalló cómo la compañía aprovecha la uva no solo para el vino, recuperando los ollejos de la uva, que contienen el 70% de los antioxidantes, para la elaboración de sus cosméticos, Esdor.

El gerente de Desarrollo Sostenible de Endesa, Ángel Fraile, expuso el proyecto Ecoelce, que ofrece descuentos en la factura eléctrica a los usuarios que entreguen residuos para reciclar. Como indicó Fraile, es “una iniciativa que combina el respeto por el medio ambiente y la acción social” y que ha pasado a denominarse Ecoendesa, tras el buen resultado del proyecto iniciado en Brasil. También se está desarrollando en Chile.

El I Punto de encuentro de Aecoc contra el Desperdicio Alimentario concluyó con una mesa redonda en al que participaron Fernando Burgaz, director general de Industria Alimentaria del MAGRAMA; Ana Antequera, directora de comunicación de Ebro Foods; Carmen Picot, directora de comunicación de Consum; Antonio Uceda, director comercial de Stef, y José Antonio Busto, presidente de la FESBAL.