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Blanca Perez

26/04/15

Estudian el potencial de desechos agroindustriales como alimento para animales

La Universidad de Talca y el Centro de Estudios de Alimentos Procesados (CEAP) trabajan en el desarrollo de alimento para animales de la Región del Maule — la cual se ve afectada por la falta de agua y, por ende, pastos —. La posible solución se encuentra en los desechos agroindustriales.

El proyecto titulado Desarrollo de alimentos de bajo costo para los rumiantes a partir de residuos y subproductos agroindustriales para los productores pecuarios de la Región del Maule propone el desarrollo de complementos alimenticios a partir de desechos orgánicos — lo que sobra de la elaboración de aceite de oliva, el proceso de manzana, choclo (maíz) y trigo.

Diógenes Hernández, académico del Instituto de Química de Recursos Naturales, lidera el equipo encargado de evaluar el potencial nutricional de estos desechos — lo que podría ser materia prima para nuevos alimentos, beneficiando a pequeños productores.

Nuestro país genera más de 1,5 millones de toneladas de residuos agroindustriales, de los cuales un 45% están concentrados en la región. Estos son acopiados en un determinado lugar, pero se desconocen sus propiedades nutritivas. En el estudio analizaremos si estas materias primas pueden ser importantes en la generación de otros productos con valor agregado —explicó Hernández.

Este proyecto fue elegido por el Gobierno Regional de Maule en 2014, para recibir financiamiento — a través de los Fondos de Innovación para la Competitividad FIC-R —. Su primera etapa comenzó en diciembre y tomará 2 años llegar al proceso ideal para aprovechar al máximo estos desechos.

Esperamos conseguir resultados positivos, que permitan a los beneficiarios de los programas de Indap, tener una nueva alternativa para mejorar su productividad en sus animales y de esta forma, mejorar su calidad de vida. Queremos desarrollar una metodología viable técnica y económicamente para los productores pecuarios, así como también desarrollar un mecanismo exitoso para transferir el conocimiento que generemos.

Para el final del proyecto se espera contar con dos nuevas opciones de alimentos de bajo costo, que aporten lo suficiente para compensar la falta de pasto en la región.

Una alternativa para aprovechar los desechos orgánicos de calidad y compensar la falta del preciado líquido, misma tecnología que se podría replicar en otras regiones.