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"Se trata de resultados excelentes en cuanto a volúmenes, calidad y precio, si lo comparamos con campañas anteriores, como la del año pasado, que se vio muy afectada por la sequía", comenta José Carlos Ruiz, técnico de la asociación Asaja Málaga, que afirma que el precio que se ha pagado al agricultor se ha mantenido en 2 € el kilo hasta casi el final de la campaña.

La temporada comenzó tarde, con un retraso de unos 10 días en las variedades tempranas. No obstante, "las abundantes precipitaciones acaecidas durante el invierno y la primavera, las suaves temperaturas del verano, incluso en el mes de agosto y un mes de septiembre con unas lluvias que han refrescado la arboleda, ha hecho posible esta buena cosecha", explica. "Estas condiciones han propiciado que la formación y engorde del fruto hayan sido óptimas, dando lugar a un fruto de excelente calidad."

José Carlos Ruiz explica que en el último tramo de la campaña, debido a las altas temperaturas y las posteriores lluvias, una pequeña parte de la producción se vio afectada por gusanos y hongos, y que a partir de este momento se procedió a la esterilización del fruto, para que conservara todas sus cualidades intactas.

"Las variedades más importantes como la Portuguesa, Bravía o Pilonga han logrado un buen calibre e intenso sabor", afirma en referencia a la calidad.

Según José Carlos Ruiz, de la totalidad de la castaña comercializada por los almacenes y cooperativas del Valle, el 80% se ha destinado a exportación, principalmente a Italia (65-75 %), Francia (10-15 %), Alemania (5 %), Inglaterra 5 %). El restante 20% se ha comercializado en el mercado nacional.