25/04/13
Expertos apuntan a la innovación como factor clave para abrir mercados al vino
La innovación tecnológica en los viñedos es un factor clave para mejorar la producción, la calidad, reducir insumos y ahorrar costes y, con ello, impulsar la competitividad internacional y abrir nuevos mercados exteriores.
Así lo han apuntado responsables de la Administración y expertos nacionales e internacionales reunidos en Madrid en el VIII Encuentro Técnico sobre Viticultura de Precisión, organizado por la la Fundación Cultura del Vino.
El subsecretario de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), Jaime Haddad, ha subrayado que las nuevas tecnologías "abren posibilidades enormes" para aplicar una agricultura más racional gracias a sistemas GPS, teledetección y monotorización.
Haddad ha animado al sector a utilizar las nuevas tecnologías para adaptarse en calidad, precios y presentaciones a los distintos mercados de importación, en un escenario de "fuerte competencia" internacional influido por modas, poder adquisitivo de sus grupos sociales y otros factores que son, además, muy cambiantes.
Y ha pedido a organizaciones agrarias e industriales y consejos reguladores que impulsen la generalización de las innovaciones y a los científicos que "señalen y desbrocen" el camino que deben seguirse, "lo que es posible y lo que no".
El experto e investigador Jesús Yuste ha resaltado las aplicaciones de la viticultura de precisión en el diseño del viñedo -como el riego según tipo de suelo-, la gestión de cultivos -aplicación de fertilización o fitosanitarios- y en el muestreo y discriminación de la materia prima para elaborar cada tipo de vino.
El director general de la Fundación para la Cultura del Vino, Rafael del Rey, ha dicho que "hace falta una buena uva para producir un buen vino, porque milagros no se hacen en la bodega", adaptando los diferentes factores que influyen en ello a través, por ejemplo, de la teledetección.
Del Rey ha abogado por adaptar las técnicas de producción al mercado y a cada tipo de vino -según estén orientados a obtener grandes volúmenes o más cuidados y de mayor precio- que se quiere comercializar pensando en un segmento determinado o nicho.
"Los grandes pagos practicamos la viticultura de precisión desde hace muchos y creemos en ella y la vamos perfeccionando año a año", ha destacado Carlos Falcó (Marqués de Griñón), quien ha agregado que para hacer caldos de alta calidad, estas técnicas "son una herramienta insustituible".
Aunque Falcó cree que el método tradicional basado en "patear el campo" es fundamental y "yo lo practico", también aclara que "la tecnología moderna nos da facilidades" y permite controlar los viñedos incluso cuando se está de viaje.
"En el siglo XXI tenemos una revolución tecnológica impresionante que no debemos convertir en un fin en sí mismo, pero sí en un elemento útil para hacer cada vez productos mejores", ha agregado Falcó.
La experta en SIG y teledetección aplicada en agricultura de Ager Technology, Beatriz López ha subrayado las posibilidades que ofrecen los últimos teléfonos inteligentes para hacer un seguimiento de los viñedos, gracias a aplicaciones que permiten ver el estado de las plantas, sus necesidades de agua o anticipar el ataque de plagas.
El pedólogo-edafólogo, Alfred Cass, ha remarcado en su intervención la importancia del suelo en la viticultura de precisión, que marca la calidad de la fruta, y ha repasado los factores biológicos, químicos y físicos fundamentales que influyen en la producción.
Las bases de datos de suelos, sistemas de teledetección, software avanzados que combinan datos estadísticos e imágenes, y los sensores remotos de suelo de base terrestre son algunas innovaciones, añadió.
Xavier Rius (Agrimillora), con gran experiencia en plantaciones en Australia, ha apuntado en el encuentro profesional la necesidad de la planificación inicial de las viñas y la selección de portainjertos y riego en el mismo momento de la inversión para evitar posteriores problemas de difícil o imposible arreglo o demasiado costosos.
Especial atención ha dedicado Rius a la elección de clones, puesto que en algunos casos ya se paga la uva de forma diferente según el tipo usado y ha señalado los avances experimentados en material resistente a plagas como el mildiu o el oidio, pronto presentes en los mercados.