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Sven Mutke

22/11/11

Expertos internacionales se reúnen en Valladolid para discutir sobre el futuro del piñón mediterráneo

Las piñas del pino piñonero, de gran presencia en Castilla y León, Andalucía y Cataluña, se recolectan en los meses invernales para obtener el piñón mediterráneo, uno de los frutos secos más exclusivos y caros del mundo.

El primer día del encuentro dirigió la atención a aspectos ecológicos y técnicos de la selvicultura aplicada a los pinares de piñonero. Como las dos innovaciones más relevantes para la producción de piñón destacan la cosecha mecanizada de la piña en los montes tradicionales y el cultivo en plantaciones injertadas. La primera ha supuesto en los últimos años la sustitución de la cosecha manual mediante la escalada del árbol, práctica muy peligrosa y de difícil cumplimiento de las normas más básicas de seguridad laboral. La segunda es llamada a poner en valor aquellas tierras agrarias de calidad limitada para cultivos agrícolas, lo que permitirá al propietario obtener unas cosechas anuales de piña con un mínimo de labores de mantenimiento, incluso en combinación con cultivos intercalados o pastos.

La segunda jornada tornó sobre la genética del pino y la selección de clones élite grandes productores de piña, cuyo inminente registro legal permitirá contar pronto en el mercado con plantones injertados para este cultivo agroforestal. Pero el mayor interés suscitó la discusión en mesa redonda sobre dos de las amenazas más claras para el sector del piñón. La primera es una plaga de chinches americanas chupadoras de semilla de coníferas, el Leptoglossus, recientemente aparecido en nuestros pinares y cuyo alcance e impacto está sin evaluar, aunque se teme que podría reducir la cosecha de piña drásticamente, como pasó en los últimos años en Italia.

La otra amenaza no es reciente, sino un residuo del pasado que debería superarse pronto: el desconocimiento y la confusión que reinan en los consumidores, e incluso en las autoridades responsables del control del mercado, respecto a la identificación del producto. El piñón mediterráneo, rey de los frutos secos no sólo por su fragante sabor, sino también por contar con un 35% de proteínas, un contenido similar a la soja y casi el doble de otros frutos secos, es confundido habitualmente con semillas comestibles de otras especies de pino completamente diferentes, como el chino o el paquistaní, de valor nutricional, sabor y calidad de procesamiento muy inferior.

En el caso del piñón chino, que en el mercado mundial cuesta poco más de la cuarta parte, aunque al consumidor le llega a precios casi iguales que el verdadero piñón mediterráneo, se añade además un serio problema de salud, ya que con frecuencia no cuenta con las garantías de salubridad exigibles a un alimento, causando alteraciones gustativas y riesgo de problemas gastrointestinales. Por ello, es fundamental conseguir que las autoridades responsables de velar por la seguridad alimentaria y los derechos del consumidor impongan una efectiva diferenciación de estos productos tan diferentes como lo son cerezas y ciruelas – venderlos bajo la misma etiqueta significa una inseguridad del consumidor, y además viola la reglamentación europea sobre trazabilidad de los alimentos impuesta tras el desastre de las vacas locas. La relevancia de esta problemática tendremos todos en la mente con el episodio reciente del E. coli mortal en Alemania, cuya fuente se pudo trazar y no fue el pepino español, sino soja cultivada en Egipto.

Para resumir la situación actual del piñón como producto alimenticio, se puede hacer un símil: el piñón está donde estaba el aceite de oliva hace cuarenta años cuando se vendía a granel en la calle, y lo mismo daba de oliva o de otro tipo. En los próximos años, hay que llegar a la diferenciación y grado de reconocimiento del piñón mediterráneo como el alimento que es: excelente, saludable y de gourmet, igual que el consumidor actual sabe diferenciar entre un aceite de orujo para freir y un aceite de oliva virgen extra variedad hojiblanca con denominación de origen o certificado de cultivo ecológico.

Las jornadas cerraron con una visita de campo a las masas naturales de pino piñonero de la provincia de Valladolid para mostrar a los expertos extranjeros su gestión sostenible y el aprovechamiento de piña, completada con una visita al dispositivo experimental de mejora genética de la especie instalado en Tordesillas.

Como resultado de las jornadas se ha puesto en funcionamiento un grupo de trabajo sobre el piñonero dentro de la Red de Frutos Secos FAO-CIHEAM, que abarcará la colaboración en investigación de estos temas, hasta su próxima reunión prevista para 2015 en Portugal. Las comunicaciones de la reunión Agropine 2011 estarán disponibles en la página web www.iamz.ciheam.org/agropine2011.

Las jornadas, organizadas por la Red FAO-CIHEAM de Frutos Secos, el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), el Instituto Agronómico Mediterráneo de Zaragoza (IAMZ-CIHEAM), el Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (CESEFOR) , el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias de Cataluña (IRTA) y el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña (CTFC), contaron con la colaboración de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID) y el Instituto Universitario de Gestión Forestal Sostenible Uva-INIA, aparte del patrocinio de la empresa TRAGSA y de la Junta de Castilla y León y una ayuda del INIA.