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Marta García

17/12/14

Grelos y berzas contra el cáncer

Que la alimentación es un factor clave a la hora de prevenir determinados tipos de cánceres un hecho conocido. Lo que no estaba tan claro es la relación que algunos productos de la tierra guardan con tumores malignos como el de próstata. A desvelar las vinculaciones entre la composición de verduras como el grelo o las berzas y el desarrollo del cáncer se dedicó un grupo de expertos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que concluyó que el consumo de estos alimentos ayuda a prevenir el cáncer.

La explicación, afirman los investigadores, estriba en las propiedades antioxidantes y en la alta concentración de compuestos anticarcinógenos que poseen los alimentos estudiados. Se trata de los bautizados como glucosinolatos y sus derivados, que son exclusivos de esta familia de plantas. Los resultados del estudio desarrollado por la Misión Biológica de Galicia también resaltan una hipótesis, la de que en el caso del cáncer de próstata determinados isotiocianatos presentes en los grelos podrían ser usados en el tratamiento contra la enfermedad a modo de potenciadores de los fármacos quimioprotectores y también de los antitumorales.

Más allá de sus capacidades a la hora de combatir determinadas células tumorales, los doctores que participaron en la investigación inciden en la importancia de incluir dentro de la dieta estos «alimentos funcionales», debido a su riqueza en proteínas y en vitaminas A, E y C. Así mismo, son fuente de minerales como el hierro, el potasio o el calcio.

Mejor en otoño

Los resultados de este estudio también avalan otros aspectos alrededor de estas plantas que influyen directamente en la nutrición de los consumidores. Una de sus conclusiones indica que la mejor época para sembrar estos productos típicamente gallegos es el otoño, una estación que permite «que el producto contengan mayores índices de glucosinolatos». Grelos y berzas pasan así a engrosar una lista de alimentos válidos en la prevención de esta enfermedad en la que algunos investigadores han anotado otros nutrientes como el brócoli, las nueces o los frutos rojos, igual de saludables.