Impacto del agua de riego en el suelo de olivar de regadío
Este artículo está basado en un trabajo de investigación “Influencia de la Calidad del Agua de Riego en las Propiedades Químicas del Suelo”, realizado por AGROCONSULTING en colaboración con la Universidad de Jaén en 2011, en el que se comprobó el impacto negativo del uso de agua de dudosa calidad en el bulbo húmedo suelo del olivar regadío y sus efectos sobre el estado fisiológico y fitosanitario del olivo.
El objetivo fue estudiar el efecto de un riego localizado con agua de alta concentración en bicarbonato y sodio, sobre las propiedades químicas del bulbo húmedo. Así como estimar qué parámetros del suelo son los más afectados por este proceso, en comparación con un suelo patrón adyacente.
Esta investigación de 2011 ya adelantaba una situación que en la actualidad se está produciendo en los olivares de regadío, como es la parcial o total improductividad del cultivo, el mal estado fitosanitario y nutricional y la pérdida de calidad del aceite de oliva.
RELACIÓN ENTRE "CALIDAD DEL AGUA DE RIEGO-SUELO DEL OLIVAR"
Tradicionalmente el olivo se ha considerado un cultivo de secano, aunque su respuesta al riego es espectacular, siendo uno de los cultivos que proporciona una gran rentabilidad social y económica por cada metro cúbico de agua empleado (Pastor et al., 2003). Como consecuencia de lo anterior, en el cultivo del olivo, la puesta en riego se multiplicó por 2,5 veces en los últimos 10 años, convirtiéndose en uno de los cultivos con mayor superficie de riego (Camacho et al., 2010).
Esta tendencia a la transformación de las explotaciones a regadío hace que se emplee cualquier tipo de agua sin tener en cuenta ni su calidad, ni la evolución físico-química del bulbo húmedo, ni las consecuencias os efectos que tendrán sobre el olivo y su producción. Es necesario considerar que la degradación química del suelo se produce de forma gradual, y sus efectos sobre la fisiología del olivo y la cosecha suceden a medio y largo plazo (a partir de 10-15 años).
En el caso de la finca objetivo, el riego localizado con agua de poca calidad ha provocado:
PÉRDIDA DE PRODUCTIVIDAD: tras unos años de incrementos importantes en la producción, ha sufrido pérdidas progresivas de productividad hasta el extremo de no coger la aceituna durante la campaña 2011-2012.
MAL ESTADO FITOSANITARIO: prácticamente todos los olivos muestran visualmente una infección generalizada por Repilo (Spilocaea oleagina) y Repilo plomizo (Mycocentrospora cladosporioides), pese a los 3 tratamientos fitosanitarios que de forma regular se realizaron para controlar estas enfermedades.
MAL ESTADO NUTRICIONAL: deficiencias visuales de Hierro y Zinc, entrenudos cortos, hojas de pequeño tamaño y una defoliación generalizada.
DATOS DEL ESTUDIO
La explotación objeto de estudio se encuentra en el término municipal de Guarromán de la provincia de Jaén. La plantación presenta una superficie de 12,5 hectáreas, con una pendiente media del 7´98% y un marco de plantación de 10x5 y por tanto, con una densidad de 200 olivos/ha. Se trata de una finca que fue puesta en riego hace 16 años (1995) mediante el sistema de riego localizado por goteo de 2 goteros/olivo de 8 L/h, empleando agua de un sondeo propio.
Se realizaron 3 tipos de análisis entre los meses entre julio y noviembre de 2011:
Análisis Foliar
Se analizó Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Calcio, Magnesio, Manganeso, Zinc, y Boro.
Análisis de Agua de Riego
Los parámetros e índices analizados han sido: pH, conductividad eléctrica, cloruros, sulfatos, bicarbonatos y carbonatos, calcio, magnesio, sodio, potasio, SAR ajustado, CSR, Relación Calcio/Sodio y Relación Calcio/Magnesio.
Análisis de suelo
Los parámetros e índices estudiados en el análisis de suelo fueron: textura, pH, conductividad eléctrica, carbono orgánico, materia orgánica, nitrógeno total, caliza total, capacidad de intercambio catiónico (CIC), bases de cambio, porcentaje de sodio de intercambio (PSI), SAR, CSR, del extracto de saturación se analizaron: cloruros, sulfatos, bicarbonatos, carbonatos, calcio, magnesio, sodio y potasio.
Los datos originales se sometieron a un análisis estadístico Test de t-Student para analizar las diferencias entre las medias de los factores calle y bulbo húmedo.
RESULTADOS
Los resultados no dejan lugar a duda del impacto negativo del tipo de agua utilizada en el suelo en la finca objetivo:
1. ANÁLISIS FOLIARES
Pusieron de manifiesto niveles deficientes de Nitrógeno y niveles bajos en Fósforo, Manganeso y Zinc. Estos graves desequilibrios nutricionales son coherentes con el aspecto visual de los olivos, intensas defoliaciones, crecimiento vegetativo muy escaso y deficiencias visuales de Zinc y Hierro.
2. ANÁLISIS DE AGUA DE RIEGO
● Indicaron que la concentración de bicarbonato es superior a la concentración de Calcio y Magnesio por eso el Carbonato Sódico Residual (CSR) es muy elevado. En consecuencia el bicarbonato aportado por el agua de riego bloquea al Calcio y Magnesio del suelo, aumentando la concentración de sodio lo que podría originar que el bulbo húmedo evolucione hasta un suelo sódico.
● La relación Calcio/Sodio indica que el agua aporta el doble de Sodio que de Calcio. Por tanto esta agua presenta un riesgo moderado de infiltración.
● La conductividad del agua es baja, por lo que no es probable que se produzca la salinización del bulbo como se pone de manifiesto en el análisis del suelo.
3. ANÁLISIS DE SUELO
Demostraron que para determinados parámetros el valor medio en el bulbo húmedo es significativamente superior respecto al valor en calle; En concreto destacan los siguientes resultados:
● La Concentración de Bicarbonato, Socio, Cloruro y Magnesio en el bulo húmedo son superiores a la muestra de control, debido al aporte de agua de dudosa calidad.
● La Conductividad Eléctrica del extracto de saturación, aunque es superior en bulbo que en calle, se descarta el proceso de salinización del suelo.
● La Relación de Absorción de Sodio (RAS) obtenido se considera bajo (< 6).="">
● El Carbonato Sódico Residual (CRS) en bulbo húmedo es positivo (0,58 meq/l). Es decir, existe una mayor concentración de bicarbonato que la sumatoria de Calcio y Magnesio, mientras que en la calle ocurre el efecto contrario. De este modo, en la calle no se favorece el proceso de sodificación, mientras que éste sí es favorecido en el bulbo húmedo, como consecuencia de los bicarbonatos que aporta el agua.
● El Porcentaje de Sodio Intercambiable (PSI) tiene un valor medio de 15,49 % en el bulbo húmedo, mientras que en calle el valor es de 13,79 %. Esto indica que la concentración de sodio en el complejo de cambio está aumentando y con ello la modicidad del suelo.
● Los Valores de pH son iguales en los dos casos por el efecto de taponamiento que tiene la caliza activa del suelo.
● Según los datos analíticos, y basándonos en las tablas (Richards, 1954), la calle presenta un suelo no salino (pH 8,5, C. E.15).
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Queda demostrado que la práctica del riego localizado con aguas bicarbonatadas sódicas ha tenido y tiene consecuencias muy negativas sobre el estado químico del bulbo húmedo.
Se produce una contaminación química del bulbo (sodificación) que causa un deterioro fisiológico y fitosanitario del olivo, lo que se traduce en una disminución paulatina de la cosecha hasta llegar a su práctica improductividad. Esta contaminación provocada por el uso agua de riego de mala calidad se ve reflejada en un aumento en el bulbo húmedo de Bicarbonato, Sodio y Cloruro, elementos que pueden ser fitotóxicos a baja concentración.
Para evitar a medio y largo plazo la influencia negativa del agua de riego sobre el bulbo húmedo, hay reinterpretar el concepto de fertirriego, de forma que no solo sea una herramienta para aportar nutrientes, sino que además nos permita corregir el agua de riego, mediante aportaciones específicas de compuestos al agua, evitando o revirtiendo el proceso de contaminación del bulbo húmedo.
Por otro lado, se recomienda disponer de procedimientos analíticos de precisión que evalúen el efecto del agua de riego sobre el suelo, y por tanto permitan predecir la evolución y el grado de contaminación del bulbo húmedo con el tiempo para tomar las medidas correctoras pertinentes.
Además hay que tener en cuenta que este proceso de degradación se está produciendo en diversos tipos de suelos de olivares de riego en toda Andalucía y provocando improductividad en fincas donde hasta hace poco las cosechas eran muy altas. Por tanto es necesario vigilar y controlar cómo está incidiendo el agua de riego para contrarrestar los efectos nocivos y evitar males mayores.