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Irene Campos

23/06/15

Insecticida ecológico, a partir de veneno de las arañas, para sustituir a los neonicotinoides

El estudio también concluye que los genes que codifican estos péptidos podrían ser introducidos en las especies vegetales, eliminando así los insectos que intentasen comer de la planta.

Un equipo de investigadores del Instituto de Biociencia Molecular de la Universidad de Queensland (Australia), ha conseguido aislar una proteína del veneno de las arañas, que puede servir como insecticida ecológico para la lucha contra las plagas, con una efectividad similar a la de piretroides sintéticos y de los insecticidas neonicotinoides, según la información procedente de la Universidad de Queensland a la que ha tenido acceso Hortoinfo.

La investigación, dirigida por los científicos Glenn King y Margaret Hardy, consiguió aislar a la proteína OAIP-1, existente en el veneno de la araña “Selenotypus plumipes”, con una estructura con tres enlaces de disulfuro que forman un nudo inhibidor de la cistina, que proporciona el péptido un alto nivel de estabilidad biológica, que contribuye probablemente a su actividad oral.

La proteína OAIP-1 permanece completamente intacta durante al menos una semana a temperaturas de hasta 30 grados centígrados, siendo estable durante horas en hemolinfa de los insectos.

El equipo de investigación estaba también formado por Norelle L. Daly, Mehdi Mobli y Rodrigo A. V. Morales.

Hasta ahora los venenos de las arañas solamente ejercían su toxicidad al ser inyectados dentro de la víctima, pero la nueva proteína puede también matar con facilidad a los insectos que ingieran un poco de esta sustancia.

Los ensayos se han llevado a cabo con la oruga “Helicoverpa armígera”, pero pueden tener efectos similares en otros tipos de insectos chupadores.

Las posibilidades son enormes, ya que los venenos de araña son posiblemente el mayor reservorio natural de toxinas insecticidas, indican los investigadores.

¿Salvar a las abejas?

La proteína, denominada OAIP-1, resultó muy tóxica para los insectos que la consumieron, con una contundencia similar a la los insecticidas neonicotinoides y piretroides sintéticos, con lo que el empleo de insecticidas elaborados a partir de esta proteína podría tener posiblemente un efecto positivo en la fauna auxiliar, como el caso de las abejas, aunque este extremo no está aclarado en el estudio.

Aunque los ensayos se han realizado con el veneno de la citada araña, los investigadores concluyen que del mismo modo podrían aislarse algunos péptidos del veneno de otros animales venenosos insectívoros, como por ejemplo los escorpiones y los ciempiés.

Variedades resistentes

Otra opción sería emplear los genes que codifican estos péptidos para agregarlos a los vegetales, obteniendo así variedades de cultivos resistentes a los insectos, gracias a que esos vegetales matarían a los insectos que intentasen comerlos.